Inprimatu
Alejandro de la Sota

DE LA SOTA, Alejandro

  • Arquitecto
  •  
  • 1913 - Pontevedra. España
  • 1996 - Madrid. España
imagenes/14698_1.jpg autores/88_7.jpg imagenes/14699_1.jpg

CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.


Págs. 471- 489.“Disyunciones y discontinuidades en la Europa de los años 1950”


De la Sota estaba afincado en Madrid, pero procedía de Galicia, una región situada al noroeste de España con una luz fría y limpia, y una tradición vernácula basada en la severa mampostería de granito. Allí, cuando se usaba el vidrio, era una forma de lámina o pantalla enrasada con la piedra, una superficie plana, al mismo tiempo táctil y abstracta.


   Las obras de madera de De la Sota poseían precisamente esta cualidad de materialidad e inmaterializad: como si hubiese cierta presencia espiritual justo bajo la superficie de cosas tan simples como las jácenas de acero, las láminas de vidrio o la textura del ladrillo. Con esta sensibilidad esquiva y su temperamento ultramundano, no es de extrañar que con el tiempo De la Sota se sintiese atraído por la arquitectura de Mies van der Rohe, una arquitectura que conocía sólo por los libros. Su propia búsqueda particular de los “principios esenciales” de la estructura y la tecnología vino a coincidir con una creciente insatisfacción en ciertos sectores de la sociedad española con respecto al extremado tradicionalismo del régimen de Franco.


  Estaba cada vez más claro que España debía seguir el modelo industrial de la modernización occidental, y la intelectualidad quería escapar de un aislamiento y un provincianismo opresivos.


Aunque De la Sota no era radical en lo social (podría calificársele como “un conservador místico”), sí lo era en cuestiones de arte, y anhelaba esa “universalidad” de las principales obras del movimiento moderno que le había sido negada a su generación España. La tenue cualidad plana y las formas ideales de Mies van der Rohe adquirieron así el carácter de emblemas morales para De la Sota: una combinación de una idiosincrasia progresista y un núcleo espiritual...


...Igualmente, De la Sota se convirtió en el eslabón de enlace para esas generaciones posteriores de arquitectos españoles que buscaban su propio equilibrio de modernidad y continuidad. En conjunto, las obras de los arquitectos más competentes de los años 1950 manifiestan un proceso análogo, mediante el cual las ideas impulsoras del movimiento moderno anterior fueron escudriñadas, reexaminada y reevaluadas a la luz de situaciones nuevas y particulares. En la medida en que estos arquitectos fueron capaces de incidir en valores que trascendían las imples cuestiones de estilo, también consiguieron reanimar la larga tradición a la que todos ellos pertenecían...


Págs.617-633. El pasado nunca se había desterrado totalmente de la arquitectura moderna anterior en España, y hubo varios edificios que extendieron ese minimalismo estructural de figuras como De la Sota o Coderch(véase el capítulo 26) al tiempo que establecían una conexión con tradiciones más lejanas.


---


Alejandro de la Sota es un arquitecto español establecido en Madrid. Una vez terminados sus estudios, trabaja durante algunos años en el Instituto de Colonización, cuya misión es fundar nuevos asentamientos en las zonas rurales. En 1954, gana el concurso para el Gobierno Civil de Tarragona. El edificio, que acoge a la vez salas de recepción, la administración y viviendas, presenta un volumen de una gran nitidez y de una fuerte expresividad plástica. El rigor de la construcción y los detalles reducidos a su más simple expresión acentúan el carácter abstracto de esta obra, considerada como una de las realizaciones capitales de la arquitectura moderna española.


 En 1957 colabora con José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún en la construcción de la colonia de vacaciones de Miraflores de la Sierra. Experimenta una manera diferente de concebir la construcción, colaborando con ingenieros en proyectos de edificios industriales: los tallere aereonáuticos TABSA de Barajas (1957), las lecherías Clesa de Madrid (1961) y los edificios del CENIM (Madrid 1963). En 1961 realiza el gimnasio del colegio Maravillas en Madrid como un edificio industrial. En 1972 De la Sota recibe el Premio Nacional de Arquitectura por la Facultad de Derecho de Sevilla y abandona la cátedra de Elementos de Composición que ocupaba desde 1956. Con proyectos como los de las sedes de Aviaco o Bankunion y edificios tales como la Caja Postal de Ahorro de Madrid o la Oficina Central de Correos de León, se orienta en mayor medida hacia la técnica y los materiales actuales sin sobreestimar, no obstante, sus cualidades formales.


Aitor GONZÁLEZ

Igo