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Maria  ZAMBRANO

ZAMBRANO, María

  • Filósofa, ensayista, escritora, poeta
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  • 1904 - Vélez (Málaga). España
  • 1991 - Madrid. España
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MONTANER, J,M., La Modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1997. 


págs.59-88. “ El racionalismo como método de proyectación: progreso y crisis” 


Gran parte de la filosofía de la segunda mitad del siglo XX considera que un hombre exclusivamente racional es una mera abstracción. Según María Zambrano, todo racionalismo es un absolutismo que pretende la perfección, haciendo encajar la cambiante y compleja realidad en los esquemas de la razón. “La historia no es un asunto lógico, simplemente porque tiene su propia lógica. Su orden no se puede reducir al orden construido por el pensamiento racionalista” y “No hay conocimiento alguno de que no tenga como origen, y aún fundamento, una intuición”.


 


págs.141-158.“Modernidad, vanguardias y neovanguardias” 


CRISIS DE LAS VANGUARDIAS Y PARADOJAS DE LA MODERNIDAD


Este mecanismodebúsqueda constante de la originalidad y la novedad sufrió una crisis entre los años cuarenta y setentaEsta crisis era expresión de una situación general de descredito del racionalismo en el proyecto moderno. En el campo del pensamiento -véase, por ejemplo, Maurice Merleau-Ponty, Teodor W.Adorno, María Zambrano- proliferan las interpretaciones críticas hacia las servidumbres del racionalismo y de la modernidad introducidos a cualquier precio por el capitalismo tardío. Al entrar en crisis una interpretación lineal y hegeliana de la evolución histórica y predominar la conciencia de la discontinuidad entre epistemes, tal como se expresa en los trabajos de Michel Foucault, pierde sentido el mecanismo recurrente de las vanguardias.


En los años cincuenta se construyen dos edificios emblemáticos y totalmente opuestos en su concepción de modernidad. Por una parte, el Seagram Building en Nueva York (1954-1958) de Mies van der Rohe, en el que se lleva a la perfección una idea de modernidad como lenguaje, estilo y espacio internacional, utilizando la más avanzada tecnología de las estructuras y perfiles de acero. Por otra parte, la torre Velasca en Milán (1950-1958) del equipo BBPR, como respuesta al reto de Ernesto Nathan Rogers había expresado en la responsabilidad de "otorgar un nuevo grado de modernidad a la arquitectura moderna". Este nuevo grado de modernidad consistía precisamente, en la mirada hacia la tradición, en la integración a las preexistencias ambientales y en la recuperación de la idea de monumentalidad. A partir de aquí,  la pregunta podría plantearse  en estosterminos: ¿Quién es más moderno, el que continúa  acríticamente los patrones que la modernidad establecida o el que pone énfasisenlacrisisdeestamodernidad,yparaafrontarla introduce referencias a latradición?


Estas mismas paradojas se han expresado en otras disciplinas como la medicina, cuando las medicinas alternativas, marginadas por la modernidad, han pasado a tener unpapelrepresentativoenlaactualidad;oa laecología, cuandoelrespetoporlanaturalezaylaintegraciónenel medio ambiente, que habían sido consustanciales a las culturasindígenasy al“pensamientosalvaje”’yquehan sido sistemáticamente despreciados por la sociedad industrial,sehanconvertidoactualmenteenel paradigma necesario para conservar la vida en elplaneta.


En este sentido, la interpretación que algunos autores han hecho de Aldo Rossi y Robert Venturi dentro de las neovanguardias arquitectónicas es errónea, ya que lo queenellospredominaeslavoluntadderecuperaciónde la tradición, la insistencia en la permanencia de las formas, la recreación de las convenciones, en definitiva, el enfrentamiento abierto con el ansia insaciable de novedadyoriginalidadporpartedelasvanguardias.


Como  complemento  a  la  búsqueda  dela originalidadynovedad,eldogmageneraotrofenómeno:lahostilidad con el público. Esta voluntad de ruptura lleva a despreciar los códigos y convenciones establecidas en el mundo del arte y la arquitectura, y esto se ha convertido en el principal obstáculo para el enraizamiento de las vanguardias de la sociedad. Con el fáustico culto a la originalidad y con el uso de una metáfora militar al avance y conquista, hoy en día poco simpática, las vanguardias comportan generalmente una actitud de hostigamiento al espectador, que se traduce en un elitismo social que convierte la obra en exclusiva y difícil. Y al romper con los códigos establecidos se elimina su posibilidad de comunicación. Precisamente los planteamientos de Aldo Rossi y Robert Venturi arrancan de la voluntad antivanguardista de reconstruir este puente comunicativo entre la arquitectura y la colectividad a partir de la memoria (Rossi) y de los lenguajes convencionales (Venturi).


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MONTANER J.M. Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Edit. Gustavo Gili. Barcelona 2008. 


Págs.26-63.  “Sistemas racionales” 


Sin embargo, debido a las insuficiencias, los excesos y la prepotencia del pensamiento racionalista, éste pronto entró en crisis, siendo cuestionado en especial desde el diseño y el pensamiento femenino, en diversas autoras. Por ejemplo, la arquitecta y diseñadora Elieen Gray (1878-1976) en sus obras y sus escritos demostró que las necesarias formas mecánicas, demasiado duras y frías, también podían ser emocionantes, despertar la emotividad y dejarse penetrar por lo real;2 y la filósofa María Zambrano (1904-1996)conceptualizó la experiencia vital humana construyendo una nueva razón poética.


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MONTANER J.M., MUXI Z.,Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos. Barcelona, 2011. 


Págs. 27-78. “Historias”.


LA CRÍTICA POSTMODERNA AL MORALISMO MODERNO


Desde una interpretación retrógrada y reaccionaria, David Watkinen su libro Moral y arquitectura, fue uno de los primeros en desvelar las contradicciones de la arquitectura moderna, dedicándose a seguir el prejuicio del moralismo como base de la arquitectura moderna, desde el neogótico de Pugin hasta las teorías del que fuera su maestro Nikolas Pevsner. Watkin puso en cuestión la confianza en el progreso, en la función social de la arquitectura, en la utilidad y la naturalidad, sin artificios y añadidos superfluos, en que se basa nuestro pensamiento moderno en arquitectura; un pensamiento iniciado, por una parte, por Pugin, Ruskin y Morris, y por otra, por el positivismo tecnológico de Viollet-le-Duc y Lethabyy consolidado en las obras de Le Corbusier, Mies van der Rohe y Gropius, y en las teorías de Pevsner y Giedion.


Esta crítica conservadora a la modernidad y a la alta tecnología en arquitectura y urbanismo, sintoniza directamente con los argumentos que desde la década de 1980 plantea el príncipe Carlos de Inglaterra. En una visión que se ha desarrollado en polos contrapuestos, desde el revival urbano de Rob Kriery el new urbanismhasta la deconstrucción arquitectónica de Peter Eisenman.


Si una de las revisiones del moralismo modernolo representa la visión conservadora de David Watkin, las críticas progresistasprocedieron especialmente del pensamiento femenino (Hannah Arendt y Maria Zambarno) y del diseño moderno hecho por mujeres (Charlotte Perriand, Lilly Reich, Margarette Scütte-Lihotzky), además de la filosofía de la Escuela de Frankfurt. En su ensayo Functionalism TodayTheodor W. Adorno, arremete contra el puritanismo de Adolf Loosal estigmatizar el ornamento. Adorno argumentaba que el artesano necesita dejar huella de su trabajo manual que dentro de lo funcional también entre lo simbólico y que el ser humano necesita y seguirá necesitando los significados simbólicos. 


Págs. 113. Tal y como escribió María Zambrano en su libro Persona y democracia: la historia sacrificial, "organizar la vida en la ciudad es hacer política" y "la ciudad, primera forma de vida democrática, es el medio de visibilidad del hombre y de la mujer, donde aparece en su condición de ser humano". 


... En la medida que la racionalidad instrumental está en la misma base de la modernidad, en los escritos de Walter Benjamin, Theodor W. Adorno, Maurice Merleau-Ponty o María Zambrano, crítica al racionalismo y crítica a la modernidad coinciden. Dichos autores han dejado claro que tanto un pensamiento estrictamente cartesiano y racional como una doctrina opuesta basada en la intuición esencial, son falsos. Todo pensamiento debe incluir la razón y la intuición como procesos básicos y complementarios.


Págs. 115-158.“Metrópolis” 


Toda alternativa de futuro pasa por la ciudad. Tal como escribió María Zambrano en su libro Persona y democracia: la historia sacrificial, "organizar la vida en la ciudad es hacer política" y "la ciudad, primera forma de vida democrática, es el medio de visibilidad del hombre y la mujer, donde aparece en su condición de ser humano". Y las ciudades hoy son las grandes metrópolis, con sus cualidades y esperanzas, con su poder de seducción y posibilidades de trabajo, expresión y comunicación, pero también con sus graves problemas y miserias, deficiencias y desigualdades.


 

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