Inprimatu

BANHAM, R.,  Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Edit. Paidos. Barcelona, 1977. 


Págs. 207-220.“La arquitectura y la tradición cubista” 


"Tan poderosa era hacia 1920 la mystique del hormigón armado en París, que muchos autores franceses han aceptado la idea de que, en lugar de facilitar la nuera arquitectura de la década 1920-1930, este material, en cierto sentido, la originó. Esta aceptación de la idea de Choisy de considera la técnica como causa primordial del estilo, se vio sin duda alentada por la posición dominante de Perret como único innovador de importancia en los años inmediatamente anteriores a la guerra. No obstante, Rob Mallet-Stevens habla en los términos más generales posibles cuando declara, en 1925: “Bruscamente, todo cambió. El hormigón armado apareció y revolucionó los procesos de la construcción… la ciencia crea una nueva estética, las formas se modifican de manera profunda.”


Más aun, Mallet-Stevens atribuye el desfase en el desarrollo arquitectónico entre Europa y America (las fechas no eran su punto fuerte) a la preferencia americana por el hierro, el material inadecuado. “Apareció el hormigón armado. Los americanos se resistieron durante largo tiempo a esta manera de construir y el hierro reinó como monarca absoluto en su arte de edificar.”


La posición adoptada por Mallet- Stevens acepta a las claras el hormigón armado como algo que sea impuesto por sí mismo, tal como Choisy suponía que se había impuesto el arbotante, y acepta esta imposición como explicación suficiente de la nueva estética, de las formas profundamente modificadas. Con todo, casi cuarenta años después, es evidente que las maneras de utilizar el hormigón armado eran ya muy diversas, desde el cuidadoso clasicismo de Perret hasta las osadas bóvedas de Freyssinet, y ninguna de esas variedades era empleada en la práctica por los arquitectos jóvenes que construyeron la aportación francesa a la corriente principal del Estilo Internacional."


Estos jóvenes evitaban, sobre todo, las bóvedas y en general las formas curvas en los alzados (empleadas incluso por Perret), pero utilizaban con frecuencia esas formas curvas en las plantas. Aunque tendían tributo verbal a las realizaciones de sus mayores, la única herencia verdadera recibida de estos pioneros del hormigón armado fue preferencia de Perret por las estructuras arquitrabadas. Es claro que deben haber influido sobre su elección de un determinado lenguaje arquitectónico factores exteriores a las tradiciones racionalista y académica, y resulta fácil identificar al menos dos de esas influencias. La primera es la industria de la construcción de París, sus finanzas, su clientela, sus tradiciones vernáculas, de todo lo cual nos ocuparemos en el capítulo siguiente; la segunda es la tradición cubista en las artes visuales...


 


BANHAM, R.,  Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Edit. Paidos. Barcelona, 1977.


Págs. 221-226.“Construcciones avanzadas en Paris: 1918-1928” 


Pero las fuentes de influencia extranjera se ampliaban en París mucho más allá de la presencia de Loos. Como capital artística del mundo, la ciudad estaba llena de estudiantes y artistas procedentes de otros países, y muchas de sus figuras de mayor importancia poseían formación extranjera. Limitándonos a los arquitectos, ya hemos mencionado las vinculaciones no francesas de Le Corbusier, quien además había viajado hasta Turquía; por su parte Robert Mallet-Stevens, de ascendencia belga, poseía de antiguo vinculaciones con Inglaterra y admiraba a Mackintosh. Con todo, la mayor fuente de influencia exterior sobre los jóvenes arquitectos de París fue en esa época, sin duda, la Exposition des Arts Décoratifs realizada en 1925. Esta exposición tiene su lugar en la historia del gusto occidental como fuente del estilo moderno «jazzístico» que rivalizó durante cierto tiempo con el Estilo Internacional; pero también estuvieron vinculados a ella Mallet-Stevens y los puristas, el primero con su diseño de una entrada y algunos «árboles» cubistas de hormigón; los segundos, después de numerosas intrigas entre bambalinas, con la creación del Pavillon de l'Esprit Nouveau, que discutiremos en un capítulo posterior.


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