Inprimatu
Maurice DENIS

DENIS, Maurice

  • Pintor y escritor
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  • 1870 - Granville. Francia
  • 1943 - Paris. Francia

FUSCO Renato de., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.


Págs.205-261.“La vanguardia figurativa” 


El simbolismo. Entre las diversas corrientes postimpresionistas de importancia por sus relaciones con las artes aplicadas y con la arquitectura está el movimiento simbolista. En pintura, el simbolismo marca sobre todo una separación aún más profunda con la naturaleza: un cuadro, sostiene el pintor Maurice Denis, antes de ser una representación cualquiera de objetos, es fundamentalmente una tela recubierta de colores dispuestos con un determinado orden. Según los teóricos del movimiento, la nueva pintura habría sido expresión de ideas traducidas en símbolos; habría tenido carácter sintético; habría sido subjetiva, en cuanto que interpretación ideal de la realidad; habría sido «decorativa», puesto que este atributo, según sus intenciones, englobaría todos los demás. Este programa nacido de la experiencia de los prerafaelistas ingleses, de la pintura de Gauguin, de la escuela de Pont-Aven, del grupo de los Nabís, etc., Corresponde casi al pie de la letra con la línea que el Art Nouveau difundirá bastantes años después en todos los sectores figurativos. Los simbolistas dan lugar, además, a un notable interés por las artes aplicadas, aunque desde un punto de vista pictórico y con perspectivas diferentes de las de Morris. Tradujeron sus ideas estéticas, además de a la pintura, al grafismo, a las vidrieras, a los muebles, a la escenografía y al vestido. Puede decirse que con Toulouse-Lautrec, Bonnard y Vuillard nacen el cartel publicitario moderno y el grafismo moderno en general, dentro del ámbito de la revista Revue Blanche, uno de los centros más activos de la vanguardia de finales de siglo en Francia.


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BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 277-284.”Introducción. La búsqueda de lo nuevo” 


El ejemplo de los pintores


 La obra innovadora de los arquitectos vanguardistas desde 1890 está en estrecha relación con la de los pintores. No se trata, esta vez, de una simple analogía de preferencias formales, como sucede, más o menos claramente, en todas las épocas, sino de un intercambio de resultados, a través del cual experiencias de los arquitectos presuponen experiencias de los pintores y vice- versa.


 Como ha observado Pevsner, el cambio decisivo por lo que respecta a la arquitectura es la superación del impresionismo por obra Cézanne, Rousseau, Gauguin, Van Gogh, Seurat. Los aspectos más importantes para nosotros son...


... - La tendencia a teorizar. Cada pintor, al mismo tiempo que tiende a crearse un lenguaje personal, desea demostrar la validez general y la transmisibilidad de tal lenguaje, concretando una serie de preceptos formales y apoyándolos con razonamientos teóricos. También sucedía esto anteriormente, pero de forma no tan rigurosa; por ejemplo, la descomposición de los colores, que en el impresionismo era una tendencia aproximada, con el neoimpresionismo se convierte en una técnica exacta, casi científica.


 La asociación entre formas y estados de ánimo queda teorizada por los simbolistas y sus portavoces, como M. Denis y A. Aurier. A menudo estas formulaciones teóricas constituyen el eslabón para las influencias entre pintura y arquitectura, como sucede con el cloisonnismey el simbolismo, fuentes ciertas, entre otras, del art nouveau.


 Ya que las innovaciones en pintura preceden generalmente a la arquitectura -lo mismo sucede, posteriormente, con el cubismo y la abstracción respecto al movimiento moderno- se ha tratado varias veces (Giedion, Sartoris) de explicar la segundas como derivaciones de las primeras y de asignar a la pintura, en este período, un papel prioritario y de guía.


 Este razonamiento se articula, sin embargo, en unos términos inactuales. Tanto los arquitectos como los pintores trabajan para cambiar las convenciones culturales heredadas del pasado, ahora bien, una de estas convenciones es, precisamente, que la arquitectura y la pintura constituyen actividades distintas. Según la definición de Morris la arquitectura « abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea a la vida humana» y la renovación de la arquitectura incluye la renovación de las artes figurativas, negando, al propio tiempo, su autonomía. Por tanto, los pintores y los arquitectos no sólo se influyen entre sí sino , en el fondo, hacen un mismo trabajo.


En pintura, por la mayor inmediatez de procedimientos, los nuevos descubrimientos se manifiestan antes, pero sólo se concretan a título provisional y su destino es el de ser utilizados para dar nueva orma al ambiente en que vive y trabaja el hombre, para proyectar los objetos de uso común, los muebles, los edificios, la ciudad. Las contribuciones de Cézanne, de Gauguin, de Van Gogh -como las de Braque, Mondrian, Van Doesburg- sólo se pueden valorar concretamente teniendo en cuenta dicha utilización; es Van de Velde quien confirma a los cloisonnistes, como, en la pos guerra, es Oud quien confirma a Mondrian. y Breuer a Klee, y no al revés.


 

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