Inprimatu

SCARPA, Carlo

  • Arquitecto, diseñador, escenógrafo
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  • 1906 - Venecia. Italia
  • 1978 - Sendai. Japón
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 COLQUHOUN Alan., La arquitectura moderna, una historia desapasionada. Gustavo Gili. Barcelona, 2005. 


Pág. 183-192.Del racionalismo al revisionismo: La arquitectura en Italia, 1920-1965”


La dialéctica del racionalismo y el organicismo. Para una serie de arquitectos, despojarse del corsé de la tradición racionalista no entrañaba negociación estilística alguna con la historia. Al igual que Zevi, estos arquitectos aceptaban el lenguaje abstracto del movimiento moderno, pero trataban de ampliarlo a los ámbitos más libres de la metáfora y la expresión. La obra de Giovanni Michelucci (1891-1991) evolucionó desde un racionalismo que hacía algún intento de armonizar con su contexto urbano (por ejemplo, la Caja de Ahorros de Pistoia, de 1950) hasta el puro y simple expresionismo. En la iglesia de San Giovanni junto a la «autopista del sol», cerca de Florencia (1960- 1964) [figura 130], Michelucci creó un monumento expresionista aislado de pura estirpe alemana (aunque también hacía una referencia indirecta a la capilla de Le Corbusier en Ronchamp). La obra hermética e intensamente privada de Carlo Scarpa (1902-1978) contrasta vivamente con la retórica pública de Michelucci. Los sutiles proyectos museísticos de Scarpa como la Gipsoteca Canoviana en Possagno, Treviso (1956-1957) y el Museo de Castelvecchio en Verona (1964) constituyen una singular aportación a un género que harían suyo los arquitectos italianos-incluidos Albini y BBPR–después de la II Guerra Mundial. A mediados de la década de 1950 surgió una tendencia más severa y menos vistosa, caracterizada por el uso de estructuras vistas de hormigón: por ejemplo, el instituto Marchiondi Spaghiari en Milán (1953- 1957), obra de Vittoriano Viganò (1919-1996). Otras veces -como en el edificio de viviendas de la Via Campania, Roma (1963-1965), obra de los hermanos Passarelli (Vincenzo, n. 1904; Fausto, n. 1910; y Lucio, n. 1922) y en el edificio de oficinas de la Via Leopardi, Milán (1959-1960), obra de Vico Magistretti (n. 1920)- la estructura se diferencia claramente de un cerramiento más ligero. Estos proyectos están relacionados con las corrientes «brutalistas» internacionales derivadas de la obra tardía de Le Corbusier.


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BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 942-1023.”El cambio de los años sesenta” 


5.-La búsqueda de nuevas direcciones.


En Europa no existe una institución que pueda compararse a la red universitaria norteamericana y que permita un debate teórico separado del ámbito profesional, con sus efectos de aceleración de las tendencias y de apremiante confrontación recíproca. Sin embargo, por lo general, los acontecimientos se desarrollan de forma análoga...


... En Italia, Gino Valle (1923), después de una larga serie de obras de alta calidad, llega al éxito con el monumento a la Resistencia de Udine (1959) y las oficinas Zanussi en Pordenone; Vittorio Gregotti (1927) se separa, en 1964, de sus socios, L. Meneghetti y G. Stoppino y, en el decenio siguiente, trabajó con distintos colaboradores antes de imponerse en los concursos del barrio Zen de Palermo (1969) y de la Universidad de Calabria (1973). Entre los arquitectos de la misma generación, destacan, en Milán, Angelo Mangiarotti y, en Roma, Pietro Barucci (1922). El estudio Benévolo, Giuralongo e Melograni (activo de 1960 a 1972) realiza en 1965 la única estructura italiana importante a gran escala, el barrio de la feria de Bolonia (que más tarde fue englobado dentro de un plan futurista de Tange de 1967, parcialmente realizado en el decenio siguiente. Los diseñadores italianos obtienen un éxito mundial con la proyección de muebles y de objetos de uso doméstico, consagrado en una exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (The New Domestic Landscape, 1972).


En este período, algunos maestros de más edad encuentran tardíamente un clima favorable a su trabajo. En Italia, Carlo Scarpa (1906-1978) realiza a partir de 1928 una larga serie de trabajos de interiorismo, exposiciones y restauraciones, hasta llegar a las obras maestras de la tienda Olivetti en la Plaza de San Marcos (1957), de la Galería Querini Stampalia en Venecia (1961-1963) y el Museo de Castelvecchio en Verona. A este punto se hace famoso y en el último decenio produce una serie de obras el cementerio Brion en S. Vito d'Altivole, el Banco Popular de Verona (con Arrigo Rudi, empezado en 1973), los muebles para las empresas Bernini y Simon (1968-1974), donde confluyen aportaciones de Wright y de Kahn, de los antiguos y de los contemporáneos, filtrados por una sensibilidad artesanal muy personal.


 

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