En el presente capítulo el autor realiza un balance del Movimiento Moderno, resaltando los logros de la modernidad (profunda reorientación en las formas de ver y pensar que cambia los principios fundamentales de la disciplina arquitectónica , importante carácter transformador, aspecto universalista, lucha por conciliar el idealismo con el progreso material, ideal activador…) expresando sus contradicciones (crisis y conflictos que lleva consigo este proceso de modernización estandarizado, desarrollos urbanos en masa apoyados en la industrialización,,,) , concluyendo que dicha aventura todavía no ha terminado (mundo queafronta las implicaciones de una economía global, universalización de la tecnología, redefinición de identidades y territorios, la cuestión de cómo se debería planificar el futuro) . Al realizar dicho balance introduce el término de autenticidad (lo genuino, lo honrado como opuesto a lo falso, lo postizo), remarcando el carácter intemporal de los edificios más significativos de los grandes arquitectos del Movimiento Moderno. Los edificios de auténtico interés trascienden a las normas de su época.