En medio de un texto anárquico y de difícil estructuración, el escrito de Tafuri resulta especialmente refrescante. En medio del embrollado discurso linguístico, el autor realiza como nadie hasta el momento una lúcida reflexión en torno a la arquitectura como ideología. Recalcando aspectos tan importante como la instrumentalización de la historia, la anulación del pensamiento crítico y la importancia de la gobernanza y la participación ciudadane en la realización de nuestras ciudades.
El texto se ha convertido en una obra clásica y fundamental. En él, Manfredo Tafuri aborda cuestiones esenciales en la teoría de la arquitectura; como las relaciones entre la vanguardia y el experimentalismo, la función desmitificadora que debían adoptar las técnicas de análisis, el peligro de considerar la arquitectura como un "massmedia", o la mistificación ideológica mediante la cual la arquitectura intenta ocultar sus propios fallos y carencias. El autor, finalmente, señala las condiciones que que se debe desenvolverse el debate teórico y el papel que deben desempeñar los críticos e historiadores.