En el intento de definir y visualizar el Movimiento Moderno en sus etapas iniciales, el autor realiza una reflexión sobre las principales aportaciones que se llevan a cabo en el período comprendido entre inicios del siglo XX y el estallido en 1914 de la I Guerra Mundial. Dos aspectos a destacar que aparecen en esta nueva arquitectura, son la fe en la ciencia, la tecnología y el pensamiento racional y el romanticismo evolutivo hacia la velocidad, inmediatez y eficacia que nos producen los nuevos descubrimientos con su correspondiente aplicación práctica.
En esta nueva conquista del espacio arquitectónico países como Francia (Auguste Perret, Tomy Garnier, Le Corbusier) Estados Unidos (Frank Lloyd Wright), Suiza (Robert Maillart), Austria (Otto Wagner, Olbrich, Hoffmann, Loos) y Alemania (Behrens, Berg, Mies van der Rohe, Poelzig, Mendelsohn) ocupan un lugar de preferencia. Realizándose una breve mención a los proyectos de Sant´Elia.
El análisis de algunas de las obras más significativas de los autores citados, nos sorprende en su modernidad, por la anticipada cronología de sus realizaciones.