El capítulo trata sobre la cada vez mayor presencia del el hierro y el cristal en el oficio constructivo y el uso de estos materiales en el desarrollo teórico - práctico de ingenieros y arquitectos.
El punto de arranque para Leonardo Benévolo está en la cada vez mayor importancia que tienen las Exposiciones Internacionales, donde se muestran los grandes inventos que la nueva técnica lleva a cabo, en unos contenedores totalmente vanguardistas, que se muestran así mismos como la nueva arquitectura que está por venir. La repercusión del Crystal Palace (Londres, 1851) en las construcciones más emblemática del momento es enorme; el Jardin d´Hiver de Paris, el Palais de l´Industrie, la Galeria de Machines o la misma Torre Eiffel muestran la aceptación y evolución del uso de estos materiales y los enormes espacios que generan. El análisis y estudio de estos y otros edificios, nos sirven para reflexionar sobre la creciente crisis del Eclecticismo en su adaptación a la nueva arquitectura cada vez más industrializada. La restricción en la influencia de la Academia de Bellas Artes, atenuando su orientación clásica, es una muestra de ello.