Inprimatu

LATHI Louna., Alvar Aalto 1898-1976. Paraíso para gente modesta. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


págs.67-69. "La ciudad de Seinäjoki se encuentra en Ostrobotnia, donde las comunidades religiosas luteranas han tenido tradicionalmente una fuerte importancia social. El centro de Seinäjoki, que refleja la ideología del "Civic Center" angloamericano, es el plano realizado por Aalto par un centro urbano más consecuente con sus porpias ideas. 


La parroquia de Seinäjoki convocó en 1951 un concurso para la construcción de una iglesia y un centro parroquial. Aalto prestnó al concurso el proyecto "Lakueden risti" (Cruz del llano). Previó una amplia plaza frente a la fachada de entrada a la iglesia, donde podrían tener lugar los oficios religiosos en verano. La plaza estaba en cuesta en dirección a la iglesia y la parroquia se componía de edificios bajos dispuestos alrededor de la plaza. El diseño de Aalto, que destacaba entre todos los proyectos excedía un unos diez metros los límites fijados para la construcción, de ahí que no fuera premiado por no cumplir las bases del concurso. No obstante el jurado eligió el proyecto de Aalto y lo recomendó para que se utilizara como base para la realización.


En 1956 Aalto recibió el encargo de seguir desarrollando los planos. La iglesia se construtó entre 1958 y 1960 y el centro parroquial entre 1964 y 1966. Por motivos presupuestarios se tuvo que cambiar el granito negro previsto para la fachada por los ladrillos revocados en blanco. Como compensación se revistió la capilla lateral de granito negro. En el extremo norte del terreno se levanta un campanario de 65 m. de altura, visible desde muy lejos, en forma de cruz estilizada. La iglesia tiene capacidad para 1400 personas, la nave tiene forma de cuña y el espacio se va estrechando simétricamente en dirección del altar. Entre la sacristía y el campanario hay una pequeña capilla de bodas y bautizos. De la puerta principal de entrada nace uneje directo a la plaza central de enfrente, que más tarde se adecuaría para ser utilizada como iglesia al aire libre. La casa parroquial baja que limita ocn la iglesia está dividida por una escalera que lleva a la plaza. Incluso las vestiduras religiosas y los utensilios para la eucaristía fueron diseñados por Aalto.


En 1958, el consejo municipal de Seinäjoki convocó dos concursos para el diseño de un nievo centro, previsto en los alrededores de la iglesia. De nuevo en esta cocasión, Aalto no ganó el concurso debido a un error formal, pero le encargaron otra vez que hiciera los planos. El primer concurso concernía al terreno completo y el segundo al ayuntamiento. Aalto partició en este último con el proyecto "Kaupungitalo A" (Ayuntamiento A). Como empalme a la iglesia y al centro parroquial, previó una prolongación de la serie de espacios formados por las plazas abiertas. El primer espacio abierto es la plaza de césped enfrente de la iglesia, el segundo es la "Plaza de los ciudadanos" central, también resernvada para los peatones y la tercera es un cruce en forma de estrella en la parte oeste del centro. Todo el centro urbano, incluidos los parques, los edificios, las fuentes y el pavimento de las aceras se fueron construyendo poco a poco. 


"El Ayuntamiento fue levantado entre 1963 y 1965 directamente en diagonal al complejo de la iglesia, al norte de la "Plaza de los ciudadanos". El ayuntamiento en forma de S, como la casa parroquial, se encuentra en parte sobre un montículo artificial, que surgió al excavar los cimientos. La sala del consejo municipal, que está en la parte de la entrada principal y se abre en dirección a la iglesia, se eleva del nivel del primer piso mediante columnas. La otra parte de la sala del consejo da a un patio interior en la propia colina, que va descendiendo en terrazas hasta la "Plaza de los ciudadanos". En la parte norte, el ala de oficinas está separada del patio por una calle: La planta de la sala del consejo es rectangular, el sitio reservado para el presidente se encuentra en una esquina, y los de los concejales se organizan en tres sectores en forma de cuña. Los bancos para el público se planificaron al mismo nivel con las de los concejales. 


Para el concurso, Aalto había escogido un lugar en la parte sur de la "Plaza de los ciudadanos" para construir la biblioteca. Cuando entre los años 1960 y 1965 trabajó por última vez en los planos, le cambió la forma. De la forma rectangular planeada para el edificio, con un archivo en forma de cuña en la parte sur y un auditorio en una pared frontal se pasó a un edificio alargado, en cuya fachada delantera sobresalían la sala de lectura y la de préstamos. En el centro de la sala asimétrica se encuentran el mostrador de préstamo y el de vigilancia y por debajo de uno de los escalones, en una amplia habitación, la sala de lectura. El mostrador de préstamos y la sala de lectura están rodeados por una hilera de columnas, que sostiene el techo. Los amplios ventanales están orientados hacia el sur, por la luz, Al otro lado de la pared de las ventanas se colocaron las lamas en posición horizontal, cuya misión es evitar que la luz entre directamente. A ambos lados de la sala principal se encuentra la zona infantil, la de los manuales, así como las salas de reunión y oficinas. La biblioteca revocada en blanco se abrió al público en 1965."


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.


págs.10-25. “La crisis del objeto” 


... Ciudad y naturaleza en la arquitectura moderna. Por tanto, no es cierto que el movimiento moderno propusiera la disolución de lo urbano; al contrario, era el espacio público lo que articulaba la mayoría de sus proyectos. Ciertamente se hicieron ciertos manifiestos en contra de la ciudad tradicional, al igual que contra la historia, pero para los autores modernos, el proyecto urbano era la referencia esencial. De la misma manera que el salto más intenso en el sentido de la historia se hizo, paradójicamente, teniendo que negarla, el salto hacia la ciudad moderna se hizo, también, negando aparentemente la ciudad. Sin embargo, lo que se negaba drásticamente eran los defectos y condicionantes de la ciudad histórica. A la dificultad para aceptar el espacio público del urbanismo moderno. Tal como ha escrito Carlos Martí: ‘’Tiene tan poco sentido lamentarse por la pérdida de hegemonía del sistema murario en la arquitectura moderna como por la pérdida de continuidad del tejido edificatorio en la ciudad contemporánea’’.


El movimiento moderno no sólo no fue contra la historia ni contra la ciudad, sino que el tópico de que rechazaban la naturaleza en favor del mundo de la máquina es falso. Arquitectos como Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe, Le Corbusier o Alvar Aalto pensaron unas nuevas formas abiertas e independientes para poder integrar la naturaleza, para que el verde no quedase segregado, sino integrado. La ciudad contemporánea incorpora libremente la naturaleza, tal como lo demuestran el proyecto urbano de Chandigarh o el plan piloto de Brasilia.


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.


págs. 64-89. “Sistemas orgánicos”


El centro administrativo y cultural de Seinäjoki (1951-1969) se fue articulando a partir de proyectos hechos en distintos períodos. el primer concurso, el de la iglesia, fue convocado en 1951 y el segundo, el del centro cívico y administrativo, en 1959. En cada proyecto estaba previsto este mecanismo de edición de distintas unidades: la iglesia-catedral, con la torre del campanario aislada que se levanta como contrapunto vertical al paisaje horizontal, rememorando la ciudad medieval (proyectada en 1951 y construida entre 1958 y 1960), el Ayuntamiento (1960-1969), la biblioteca (1963-1965), el teatro (proyecto de 1968-1969 finalizado en 1987), el centro parroquial en torno a la iglesia (1964-1966) y el edificio de oficinas municipales, una pieza más funcional y anónima, imprescindible para cerrar y delimitar el paisaje del centro cívico, terminado, como el teatro, tras la muerte de Aalto, bajo la dirección de su segunda esposa y socia Elsa Kaima Mäkiniemi.


 En las monografías sobre su obra estos edificios se han explicado generalmente como objetos aislados. Pero lo que en realidad plasmó Aalto fue su concepción de ciudad ideal, con un centro cívico potentísimo, construido a base de distintas arquitecturas que se sedimentan con el tiempo y que se identifican con la corteza terrestre, que dialogan entre sí y que terminan enmarcando un paisaje proyectado, síntesis de lo mediterráneo y lo finlandés, de lo clásico y lo moderno, de lo culto y lo popular; un centro moderno con edificios aislados que se relacionan entre sí evitando mecanismos académicos de simetría y orden, definiendo el espacio vacío entre ellos como la esencia de la visión del conjunto.


No solo el conjunto se articula según un potente eje peatonal central, que Aalto pretendía que dominase frente al tráfico rodado, y se basa en crear un sistema periférico de aparcamientos, sino que también cada edificio crea sus propios espacios verdes y su propio paisaje de patios y terrazas escalonadas. La sala de plenos del Ayuntamiento es el volumen singular que sobresale en el primer piso, señalando los valores comunitarios, sobre la forma en L de las dependencias municipales. Esta sala de plenos configura una especie de loggia en planta baja al elevarla sobre pilotis. La entrada representativa a la sala se produce siguiendo los mecanismos inventados por Aalto para amalgamar el edificio con el terreno y enfatizar el ritual de acceso: una escalinata al aire libre conformada como terrazas vegetales construidas con tablones de madera, tierra y hierba, y una hilera de fuentes que relaciona el edificio con el eje peatonal.


Cuando Alvar Aalto(1898-1976) proyectó conjuntos de edificios demostró la máxima sensibilidad por el espacio abierto, con la voluntad de que el fondo se convirtiera en figura. En sus obras, el espacio abierto articula las diversas partes del conjunto, fusionando objeto y contexto. Este nuevo entorno, con sus ejes, recorridos y visuales, aporta un sistema compositivo implícito y pintoresco y permite conformar unos edificios con autonomía propia de forma y orientación, que se pueden realizar en tiempos distintos, pero que terminan articulando un paisaje armónico compuesto por diversos organismos, hecho de vacío y de masa, donde cada edificio con su volumen, perfil y escalonamientos, complementa al otro, dentro del marco de un paisaje ideal, un paisaje mental de síntesis que Aalto iba elaborando y a partir del cual siempre proyectaba. 


Este tipo de organización, que Aalto adoptó tanto en las pequeñas obras domésticas como en los grandes conjuntos, está configurado desde una sensibilidad totalmente moderna que, a la vez, tiene sus raíces en la misma tradición de la arquitectura popular y en las características del paisaje finlandés.


Tradicionalmente, la arquitectura rural aislada se configuró construyendo piezas autónomas según distintas funciones, que se articulaban en hileras y alrededor de patios semiabiertos, escalonándose en la topografía y atendiendo a la vegetación existente. En la arquitectura agraria, además del volumen de la residencia, existen anexos para artesanos y familiares, volúmenes que albergan almacenes y maquinarias, contenedores para productos y objetos que no necesitan el alto coste de la calefacción.


 También la arquitectura urbana finlandesa se ha organizado históricamente en manzanas semiabiertas, con edificios aislados, de formas y lógicas distintas, que siguen las alineaciones de las calles y que van formando un sistema complejo de patios con anexos y almacenes en el interior.


Es por este motivo por el que las formas aditivas y sensuales, con cascadas de cubiertas, diversas y articuladas en torno a patios semicerrados de las obras de Aalto, ya se encuentran en la arquitectura finlandesa. Aalto proyectaba desde una posición empírica y realista, con las pautas que le aportaba su propio contexto: un paisaje llano delimitado por las distancias de agua que definen los lagos y por los límites opacos que configuran las masas arbóreas. Sobre este paisaje real, Aalto creaba escalonamientos, colinas y geologías.


Pero, para crear su propio paisaje moderno, cultural y de síntesis, definido por el perfil de sus edificios, enmarcado por hileras de árboles y separado por agua y fuentes, Aalto fundió muchas más referencias, además de las del paisaje y la arquitectura popular finlandesas. Su objetivo era una organización de la percepción de la arquitectura similar a la belleza de la acrópolis griega y a los paisajes del renacimiento y del barroco en las pinturas italianas; todo ello basándose en el conocimiento de la percepción psicológica desde la escala humana de los espacios y las imágenes. El funcionalismo orgánico de Aalto, por tanto, pone énfasis en los movimientos y en los procesos humanos de percepción.


 La presencia de la historia está implícita en la obra de Aalto, en los muros rugosos de ladrillo o en las tipologías que hacen referencia a anfiteatros o a ruinas clásicas. En definitiva, en la obra de Aalto se concilian clasicismo y pragmatismo, tradición y tecnología moderna, funcionalismo y organicismo, romanticismo y racionalismo, visualismo y hapticidad, artesanía y producción en serie. El deseo de un paisaje ideal se traduce y concreta en un marco real y táctil, todas estas imágenes de procedencia diversa en la experiencia de Aalto, este sentido de la visión, se sintetizan en un paisaje cultural, sintético y proyectado. Siguiendo estos principios, los elementos del conjunto, ya sean domésticos o ya tengan diversos fines públicos, generan un sistema complejo de formas cóncavas y convexas, rectas y retranqueadas, escalonadas y oblicuas, tanto en planta como en volumen....


... En definitiva, Aalto, arquitecto y pintor, supo sintetizar en una nueva visión contemporánea los elementos del paisaje finlandés con los escenarios italianos de las ciudades medievales y de las pinturas de los siglos XVI al XVIII. En una geografía plana, creó lomas artificiales, escalinatas gigantes, líneas de árboles y volúmenes de arquitectura para conseguir con esta materia local unos efectos similares a los que la acrópolis griega consiguió colocando sus templos dóricos sobre las montañas. Aalto creaba entornos a partir de un paisaje mental y de síntesis, elaborado con visiones que había interiorizado; desde los recuerdos de la Finlandia de su infancia hasta las imágenes de las estructuras y de los recorridos en sus viajes por el Mediterráneo. Y Aalto proyectó todo esto trabajando esencialmente con la nueva materia conceptual y visual del espacio abierto. La garantía para conseguir obras estrictamente contemporáneas y vivas era que se amalgamasen con el entorno. Por ello no creaba objetos sino paisajes, sistemas de objetos sabiamente relacionados con su contexto.


 


 

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