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Biblioteca parroquial de S. Pedro y Sta. Walburga

Biblioteca parroquial de S. Pedro y Sta. Walburga

  • 1561 - 1565
  •  
  • SLINDEWATER, Conrad
  • BERNER, Herman
  •  
  • Zutphen
  • Países Bajos

CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.


pág.85-86 "En el centro y norte de Europa se han conservado numerosos recintos bibliotecarios. El más antiguo que mantiene intactos los muebles y accesorios originales es la preciosa biblioteca parroquial de San Pedro y Santa Walburga en la localidad holandesa de Zutphen. La iglesia ya tuvo una pequeña biblioteca situada en la primera planta junto a la cámada del tesoro, en el siglo XIV, pero en 1555 dos mayordomos del templo, Conrad Slindewater y Herman Berner, decidieron formar una colección mucho más grande, a disposición de toda la parrquia, con el objeto de protegerse frente a la amenaza creciente del protestantismo. El edificio actual se comenzó en 1561 y su construcción se prololgó durante cuatro años. De ahí que su configuración no pueda tomarse como un referente de las bibliotecas que se habían construido como mínimo cien años antes, Aún así, su conservación nos regala un especímen interesante. La estancia mide 18,2 m. de largo y 8 m de ancho, auqneu no es rectangular. Se construyó en la planta baja, junto a la iglesia, y su extremo oriental está curvado para adecuerse al entorno de la propia iglesia. Esta planta irregular complicó espacialmente la disposición del mobiliario. La organización de la planta baja, evita bloquear las ventanas, pero dista mucho de ser idónea.El edificio tenía siete ventanas y vóbedas de piedra, sin embargo, es el mobiliario, que consta de dieciocho escritorios, lo que más destaca del conjunto. Estos no responden a la tipología de banco que nos encontramos en la Malatestiana, sino que incluyen otros atriles de dos lados, cada uno de los cuales tiene 2.7 metros de largo y 1,7 metros de altura desde el suelo hasta la punta del pináculo. Los atriales descansan sobre una viga de madera a la que vanfijados así mismo unos bancos que destacan por su estrechez, de modo que un lector puede sentarse mirando en cualquier dirección, pero los loctores no pueden sentarse dándose mutuamente la espalda. Los atriles están cubiertos de libros. ya que aquí, a diferencia de la Biblioteca Malatestiana, no hay estantes al margen de la superficie inclinada de los propios atriles. cada libro está encadenado a una barra que discurre por la parte superior de los atriles."


Esta biblioteca parroquila, una de las más antiguas del mundo de las que emplearon el sistema de atriles, ha permanecido en buena medida intacta desde su construcción, y por ello proporciona una idea clara del aspecto de las bibliotecas de atriles medievales en el centro y norte de Europa. Los libros se encuentran encadenados a los atriles por medio de una barra colocada en la parte superior de los muebles y asegurada en uno de los extremos por un depósitivo consistente en una embrilla, y una cerradura. Cada volúmen tiene su propio sitio en el atril. A diferencia de los exponentes italianos de esta tipología, aquí los atriles presentan dos caras, y los lectores, que se sientan en sus bancos estrechos, se encuentran frente a frente.

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