COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.
p.77. "Separándose del Palacio de Justicia en el extremo occidental del distrito gubernamental, la larga barra del Secretariado crea un llamativo paisaje burocrático de 254 m de largo por 42 de alto, que alberga la "insdustriosa masa celular" de los empleados, como lo define Le Corbusier en sus apuntes. La idea original era erigir una torre de oficinas, llevando así a cabo el proyecto de rascacielos qeu no pudo construir en Argel. El definitiva, el sascacielos resulta dispuesto horizontalmente pero mantiene la fuerza expresiv del proyecto magreví.
Con una clara inflencia de la Unidad de Habitación de Marsella, se trata de una especie de "unidad de administración", formada por seis edificios de ocho plantas. El desmonte sirve para crear un paisaje artificial de colinas sobre las que descansa el edificio. Se acccede a las oficinas por dos rampas que unen los pilotis con el techo, a semejanza del sispositivo inventado veinte años antes en el Centrosoyuz. Al igual que en Marsella, en la cubierta se crea un paisaje arquitectónico. La jerarquía administrativa reulta patente a primera vista. Sobre los niveles inferiores, las oficinas de los servicios, de doce pies o 3.66 metros de altura, ocupan cinco de los reis "bloques". Se comunican entre sí por un pasillo central y están protegidas por unas marquesinas normalizadas Separado el eje de simetría, el "bloque de los Ministerios" reúne unas dependencias, cuya altura dobla la de los servicios en el lado orientado al Parlamento. Destacan gracias a unas galerias más amplias, que crean un episodio escultórico que contrasta con el aspecto serial de las otras oficinas.
Esta sinfonía de ritmos de fachadas se rige por el "Modulor". Las marquesinas resguardan de la intensa luz india al muro de vidrio "ondulatorio" que cubre las oficinas. La fachada del edificio se convierte así en una especie de muro de imágenes, compartimentado y compuesto como una página, como si el universo plástico de los libros, diseñado por Le Corbusier desde 1945, fijara sus reglas al edificio."