Inprimatu

PEEL Lucy, POWELL Polly, GARRET Alexander., “La tradición británica” en 


Introducción a la Arquitectura del siglo XX. CEAC. Barcelona, 1990.


Págs.25-31. Durante el cambio de siglo, mientras el Art Nouveau se hacía lujoso siguiendo una moda que se extendía por gran parte de Europa, Gran Bretaña seguía por su propio camino, y su innovación en arquitectura venía marcada por los temas duales del Arts & Crafts y el Domestic Revival inglés.


Mientras que los diseñadores europeos reconocían con gusto su deuda con respecto a los orígenes británicos del Art Nouveau, éste nunca cuajó de manera seria como estilo arquitectónico en Gran Bretaña, donde se prefería un estilo más sencillo y decorativo al que se proponía en el Art Nouveau.


Dicha tradición que abarcaba el Art & Crafts, así como el renacimiento de estilos de casas vernáculas, comenzó con la Red House en Baxleyheath, construida por Philip Webb (1831-1915) en 1859 para William Morris. En su presentación del ladrillo y la carpintería y la libertad con que incluía detalles de aquel periodo, la red house era un modelo de construcción y decoración completamente revolucionario. Al mismo tiempo era confortable y acogedora en la tradición de las viejas casas de campo inglesas.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Cfr. Págs. 42-50.“Noticias de ninguna parte. Inglaterra, 1826-1924”.


En la Red House (la 'casa roja', llamada así por la fábrica de ladrillo), Webb estableció los principios que pronto iban a configurar la obra de sus brillantes contemporáneos William Eden Nesfield y Richard Norman Shaw, y por los que iba a ser conocido a lo largo de su carrera: la preocupación por la honestidad estructural y el deseo de integrar los edificios en sus emplazamientos y en la cultura local. Estos objetivos los alcanzaba mediante el diseño práctico, la sensibilidad en la colocación del edificio y el uso de materiales locales, todo ello unido a un profundo respeto por los métodos constructivos tradicionales. Al igual que Morris —su primer cliente y su colega durante toda su vida—, Webb sentía un respeto casi místico por el carácter sagrado de la artesanía y por la tierra en la que se fundaban, en última instancia, tanto la vida como la arquitectura. Estaba en contra, incluso más que Morris, de cualquier uso excesivo del ornamento. Según su biógrafo. W. R. Lethaby, Webb se quejó una vez de que una chimenea excesivamente elegante ‘‘difícilmente era adecuada para el fuego sagrado". Este sentimiento apenas puede separarse de la amanerada interpretación que su planteamiento iba a recibir a manos de Nesfield y Shaw, por ejemplo en la pintoresca casa de campo de aire 'inglés antiguo' en Leyswood, Sussex, proyectada por Shaw en 1866. Puede decirse que el exuberante despliegue del movimiento inglés de la 'arquitectura libre —desde las excentricidades de A. H. Mackmurdo y C. R. Ashbee hasta la refinada profesionalidad de Shaw, Lethaby y C. F. A. Voysey— tuvo su origen en la creación de la Red House. Esta obra tuvo un efecto catalizador en el lanzamiento de Morris hacia su destino profesional; dos años más tarde el propio Morris organizó una asociación de artistas prerrafaelitas —incluyendo a Webb, Rossetti, Burne-Jones y Ford Madox Brown— para formar un taller que diseñara y realizara por encargo cualquier trabajo artístico, desde murales hasta vidrieras y muebles, desde bordados hasta trabajos en metal y madera tallada. El propósito —como en el abundante mobiliario diseñado por Pugin para la sede del parlamento británico en las décadas de 1830 y 1840— era crear una obra de arte total. Esto es lo que quedaba claro, con toda modestia, en el folleto de la firma: "Se prevé que, gracias a esa cooperación [...], la obra debe ser necesariamente de un orden mucho más completo que si un único artista fuese contratado casualmente de la manera habitual". Aparte del precedente establecido por Pugin, la fundación de este taller muy bien podría haber estado inspirada en la organización denominada Art Manufactures, puesta en marcha en 1845 por Henry Cole bajo el seudónimo de Felix Summerly. En todo caso, el trabajo artesanal prerrafaelita —que hasta entonces había surgido espontáneamente— adquirió a partir de ese momento un carácter público. Resulta significativo que la primera obra vendida en la sede londinense de la empresa fuera una vajilla de vidrio diseñada por Webb. 


Al prosperar el taller, Morris paradójicamente se vio obligado a abandonar su idílica 'casa roja' en 1864 y a mudarse a Londres de manera permanente. Un año después dejó la dirección de la empresa en manos de Warrington Taylor con el fin de dedicarse exclusivamente al diseño bidimensional y a la literatura, las dos actividades que iban a consumir el resto de su vida. Los primeros papeles pintados de Morris datan de este periodo, al igual que los trabajos iniciales con vidrio emplomado hechos por él mismo y Burne-Jones. Los modelos de Morris eran muy variados: desde las decoraciones persas, ilustradas en el libro de Owen Jones The grammar el ornament, de 1856, hasta el estilo medieval que adoptó de manera natural para sus vidrieras (un producto del que tuvo una demanda constante, aunque limitada, a lo largo de toda su vida). Morris, Marshall, Faulkner & Co. lograron el reconocimiento público en 1867 con el llamado 'comedor verde', un salón de té diseñado por Webb para el South Kensington Museum (hoy Victoria & Albert Museum) de Londres. La habitación fue enteramente amueblada y decorada por Morris y por los artistas-artesanos de su firma. 


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GIEDION S., Espacio, tiempo y arquitectura. Edit. Dossat. Madrid 1978.


Págs. 301-346.  “Hacia la sinceridad en la arquitectura” 


El caso paralelo de William Morris. Una generación antes, la misma indignación por la falsificación de las formas en todos los objetos a la venta había llevado a William Morris a crear y equipar por su cuenta su Red House('casa roja'), en Upton (Kent, Inglaterra). Según uno de los biógrafos de Morris, la Casa Roja tenía en buena parte la misma historia que la casa de Van de Velde en Uccle: Durante el año 1858, William Morris seguía batallando como pintor con un creciente desánimo sobre la obra realizada, salvo por el hecho de que vendió un cuadro por 70 libras. Pero la boda del artista, en abril de 1859, orientó su interés de nuevo y con más intensidad hacia esas artes domésticas que le habían atraído en Red Lion Square. Entonces se ilusionó con la idea de construir un hogar que satisficiese su concepción de una 'casa bella' y se aseguró los servicios de Philip Webb como arquitecto. [...] El nombre de la casa -que está construida con tejas y ladrillos rojos- expresaba una revuelta contra la fórmula imperante y tiránica de las fachadas de estuco y las cubiertas de pizarra.


¿Significa este paralelismo que Van de Velde siguió simplemente el ejemplo que Morris ya había establecido? Creemos que no. El paralelismo nace del hecho de que el desorden introducido en la vida humana por la industria se dejó sentir en Inglaterra más de treinta años antes que en Europa continental. Idénticas condiciones llevaron a idénticas reacciones.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.


Págs. 87-97.“Los ideales del Arts & Cradts en Gran Bretaña y los Estados Unidos” 


La búsqueda de los valores de la sencillez y de la sinceridad que motivaron tantos movimientos artísticos en la primera década del siglo xx tuvo sus raíces en una serie de posturas intelectuales anteriores. El ultimo capitulo estudiaba una de ellas (el racionalismo) e indicaba como contribuyo al descubrimiento de formas basadas en la construcción con hormigón armado. Sin embargo, había otra corriente de ideas que procedían de Pugin, Ruskin y William Morris, según las cuales la `corrección de los estilos del siglo xix' seria contrarrestada por la artesanía inspirada, y que sostenían que se lograría una arquitectura autentica mediante la expresión directa de las virtudes morales originales. Cada uno de estos pensadores ingleses estaba disgustado a su manera con el impacto de la Revolución Industrial en la organización social, en los métodos constructivos y en el propio fundamento moral de la cultura.


Morris, en particular, había esperado anunciar un nuevo periodo de entereza integral en el que las cualidades estéticas más elevadas se hiciesen descender del pedestal de los museos y se vinculasen de nuevo a los utensilios y artefactos de use cotidiano. Por tanto, el arquitecto se debía convertir en un maestro de los oficios; y si juzgamos por la Red House, la 'Casa Roja' de Philip Webb y William Morris, de 1859, esta actitud solía traducirse forma almente en un vocabulario de inspiración medieval en el que las cualidades directas del diseño vernáculo se imitaban para crear un emblema adecuado a la vida sana y sencilla.


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