ZIMMERNAN, Claire., Mies van der Rohe 1886-1969. La estructura del espacio. Taschen. Colonia, 2006.
p.19 Mies obtuvo su primer encargo como arquitecto en 1906, al ser recomendado por un compañero en el estudio de Bruno Paul. El catedrático de filosofía Alois Riehl y su esposa Sophie tenian la intención de construir una casa de fin de semana y de vacaciones en el nuevo barrio periférico de Postdam, Neubabelsberg. Para ello no deseaban contratar a un arquitecto ya establecido, sino más bien pretendían favorecer a un principiante dotado de talento. En una entrevista de los años sesenta, Mies contaba que había rechazado de plano el apoyo y la ayuda que le habia ofrecido su jefe Bruno Paul durante la realización del proyecto. Además añadía que Sophie Riehl le había invitado a Italia en viaje de estudio para que pudiera afrontar el encargo con "mayor madurez".
La casa seguía el gusto predominante de su tiempo, en un estilo sencillo y práctico con referencias a la arquitectura de residencias de principios del siglo XIX. Los interiores están distribuidos en torno a un hall central, cuyos artesones de madera contrachapada recuerdan a la decoeración de interiores de Bruno Paul. En el sótano se ubicaron la cocina y el estudio, en el primer piso, el dormitorio. En cuanto a la arquitectura del jardín, Mies abordó las novedades impulsadas por Muthesius entendidas éstas como una "arquitectura para espacios al aire libre". El terreno está dividido en una parte superior con diversos espacios-jardín ubicados de forma simétrica y un jardín paisajista, algo más agreste, situado en la parte inferior, en el que Mies erigió un pequeño pabellón de té que, hoy en día, ya no existe. Un enorme muro de contención crea un nivel para los jardines superiores y, al mismo tiempo, forma una tarima sobre la que parece descansar la casa, acentuando así el contraste entre los jardines alineados de la parte superior y la vegetación silvestre de la ladera en la parte inferior. Desde la logia de la casa (actualmente acristalada), coronada por el frontispicio, se disfruta de unas vistas maravillosas del jardín paisajista y del cercano lago Griebnitz.
Con este temprano trabajo, el joven Mies dejó demostrado ser capaz de dominar todas las fases por las que ha de pasar la construcción de un edificio, desde su diseño en el tablero de dibujo hasta su acabado, "La perfección del trabajo es tal que jamás se habría sospechado que se trate de la primera construcción de un joven arquitecto autónomo", con estas palabras de elogio se manifestó el crítico Antón Jaimann sobre la obra. Mies tenía 21 años de edad cuando en 1907 se terminó la casa Riehl.