Págs.329-349.“La expansion de la arquitectura moderna en Gran Bretaña y Escandinavia”
Los escenarios público de esta escala fueron escasos para los arquitectos modernos en Gran Bretaña durante los años 1930, y muchos de ellos tuvieron que contentarse con proyectar casas pequeñas, que alcanzaron la categoría de experimentos para un anhelada programa colectivo en el futuro. El estudio compuesto por Amyas Connell, Basil Ward y Colin Lucas (dos neozelandeses y un inglés) desarrolló un estilo propio a partir de los precedentes holandeses, franceses y rusos, en el que los llenos y los vacíos se yuxtaponían con fuertes contrastes, y la construcción en hormigón armado se adaptaba a las exigencias concretas de los clientes y los emplazamientos.
De este modo, la New Farm en Grayswood (1932) tenía una planta desplegada, en un intento de aprovechar al máximo las vistas y unirla al paisaje, mientras que la casa en Frognal de 1937, era más reposada y combinaba la ragularidad de una fachada urbana con la irregularidad de la parte posterior, , donde una terraza y un acristalamiento en toda su longitud permirían la unión con el jardín. El modelo de este edificio era probablemente la villa Stein / de Monzie en Garches, de Le Corbusier, y es interesante comparar la fuerza de un prototipo importante con una adaptación muy suavizada pero meritoria. La casa Frognal incorporaba el ladrillo porque las autoridades locales insistieron en hacer alguna referencia a los materiales típicos del lugar. En efecto, los edificios “modernos” se observan a menudo con recelo en Gran Bretaña. En un proyecto para una casita en la campiña de Sussex, en 1935 el ayuntamiento local planteó a Cornell, Ward & Lucas la alternativa de usar una cubierta inclinada con los muros blancos previstos, o bien una cubierta plana, pero con un revestimiento de madera. Eligieron la segunda opción.