Inprimatu
Proyecto fin de carrera (PFC)

Exodus o los prisioneros voluntarios de la arquitectura

  • 1972 -
  •  
  • ZENGHELIS, Elia
  • VRIESENDORP, Madelon
  •  
  • Londres
  • Reino Unido

MONTANER. J.M., La Modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1997.


págs.59-88. “ El racionalismo como método de proyectación: progreso y crisis” 


En proyecto teórico “Exodus o los prisioneros voluntarios de la arquitectura” de Rem Koolhaas y Elia Zenghelis (1972) constituye una crítica a las últimas consecuencias de una ciudad racional, zonificada y autónoma de su entorno. La urbanística racionalista es reducida al absurdo mediante la exageración y una ironía ambigua que proyecta un Londres distópico, con un centro lineal y amurallado que conforma nueve áreas distintas en las que hay zonas de baños, la universidad, el cuadrado de la cultura o el complejo de la investigación científica. Y esta crisis de los criterios racionalistas de segregación, división y zonificación no solo se expresa en la realidad de las ciudades sino que se manifiesta en todo tipo de arquitectura, desde las oficinas -en las que predomina un espacio flexible equipado con módulos de trabajo-, pasando por el territorio de los museos y de los edificios-masa que concentran gran variedad de funciones culturales y de ocio, hasta el mismo espacio doméstico.


...Todos ellos defienden que junto a elementos racionales, sistemáticos y metódicos, toda actividad, tanto científica como artística, se complementa con mecanismos irracionales, de astucia, de inspiración y de azar. Los proyectos arquitectónicos de Rem Koolhaas o Bernard Tschumi, con su heterogeneidad radical de referencias, con su superposición de fragmentos, con su dinamicidad, con sus collages de imágenes, son expresión de la esencia caótica y multidimensional del presente.


---


MONTANER J.M. MUXI Z., Arquitectura y política.Gustavo Gili. Barcelona, 2011. 


Págs. 79-114. “Mundos”.  La distopía futura radica en la obsesión por la seguridad y por el control; pasaportes, huellas dactilares e invitaciones restringidas para ir excluyendo a los otros; unas ciudades hechas de distintos recintos carcelarios. Los arquitectos de OMA (Rem Koolhaas, Madelon Vriesendrop, Elia y Zoe Zenghelis) fueron clarividentes al proyectar en 1977 la fantasía de un Londres dividido,inspirado en el Berlín de los muros: "Exodus o la ciudad de los prisioneros voluntarios de la arquitectura", imágenes emblemáticas para un mundo donde han aumentado las cárceles y nuevos tipos de esclavitud, y donde surgieron las experiencias nefastas como los campos de exterminio y campos de refugiados.


  Siguiendo estas tendencias, existe el peligro de que vaya desapareciendo el mundo abierto de lo público y la cultura de lo civil para reinar un planeta hecho de fragmentos aislados, de segregación social entre las élites y los que son considerados bárbaros, entre privilegiados y excluidos, entre turistas y trabajadores con un "trabajo basura" en el sector turístico.


 El proceso de destrucción paulatina de la naturalezaprovocado por el ser humano está dejando un planeta lleno de cicatrices: fronteras y muros, barricadas, fosas y trincheras, fincas valladas y protegidas, autopistas que dividen en lugar de unir. De las ciudades de calles y paseos se pasa a la ciudad donde las calles son trincheras, como en Bagdad o en Beirut; autopistas que, como las de Los Angeles, Miami, Caracas o Monterrey, sobrevuelan los barrios sin ni siquiera verlos.


---


MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008. 


Págs. 148-171.“Dispersión y fragmentación”  


Collage urbano


El autor que mejor ha teorizado y consolidado la cultura del fragmento (con influencias de Peter Eisemnan, ingredientes de la crítica radical y referencias de la cultura por y de Robert Venturi) ha sido Rem Koolhaas(1944). El grupo OMA(Office for Metropolitan Architecture) fundado por Koolhaaas junto aMadelón Vriesendorp, Elia y Zoe Zengheis, planteó unos primeros proyectos como Exodus o los prisioneros voluntarios de la arquitectura (1971), manifiesto en el que la participación esquizofrénica del Berlín dividido por el muro se traslada a un Londres contemporáneo, segmentado en diez áreas distintas, entre las que se encuentran las dedicadas a los placeres y fantasías eróticas de los baños, la universidad, con hospital y escuela; las arenas de los gladiadores y de las agresiones; el parque de los cuatro elementos; la plaza de las musas, que muestra nuestra evolución de las creaciones artísticas; y el complejo, de investigación científica. Un proyecto manifiesto, en definitiva, que señala el inicio de una cultura de la fragmentación y la dispersión que iba a volverse seductora y prolífica.


Toda la actividad creativa de Koolhaas ha ido en paralelo a su gran capacidad de conceptualización, empezando por la teoría del “manhattanismo”, la defensa de la verticalidad y congestión que aparece en su libro Delirio de Nueva York,  que recopila una serie de imágenes y una colección de textos breves y fragmentarios. En sus posteriores escritos, que siguen argumentando a favor del collage de todo tipo de fragmentos, las ideas de Koolhaas han evolucionado paulatinamente del modelo de Nueva York, pasando por ciudades norteamericanas como Dallas o Houston, hasta la ciudad genérica asiática o la ciudad caótica como Lagos. Según Koolhaas, la “ciudad genérica” que él ha detectado y que defiende, no tiene historia, surge de la tábula rasa y debe renovarse continuamente; es multirracial y multicultural; está formada esencialmente por rascacielos y por una “corteza de casuchas improvidadas”; en ella domina el estilo posmoderno, ya que es de “estilo libre”; depende de regímenes más o menos autoritarios y en ella “la presencia de la historia tan sólo debilita su rendimiento”.


En sus ideas, Koolhaas mantiene una visión inspirada en Robert VenturiDenise Scott Brown de tomar como referencia la realidad, aunque esta no responda a cánones preestablecidos y aceptados de belleza, y por tanto, parezca negativa y vulgar; su influencia viene también de Peter Eisenman, quien cuestiona sistemáticamente cualquier certeza del lugar.


Esta condición fragmentaria y dispersa de la ciudad contemporánea se expresa en diversas teorías urbanas, con en el fenómeno de las edges cities (ciudades límite), identificado por Joel Garreau. Ha sido el cine sin embargo, el que mejor ha expresado, en películas como Un día de furia(1992) de Joel Schumacher, o como El show de Truman(1998) de Peter Weir. Esta esencia fragmentaria de nuestra ciudad contemporánea fue recreada en Blade runner(1982) de Ridley Scott, que plantea un escenario metropolitano de ficción. Los Angeles en el 2019, construido por la superposición de diversas ciudades; la trama densa de la ciudad europea, la corona luminosa de ciudades de signos como Tokio y Osaka, y la emergencia de la ciudad de los rascacielos, como Los Ángeles y Nueva Yok. Y también el Cielo sobre Berlín(1987) de Wim Wenders, que plantea la fragilidad de la memoria colectiva en la ciudad contemporánea, en este caso Berlín, que irremediablemente se va fragmentando en periferias.


 


 


 

Igo