CRIPPA, María Antonietta., Antoni Gaudí 1852-1926. De la naturaleza a la arquitectura. Edit. Taschen. Colonia, 2007
p.37. "El edificio, también conocido como Casa de los Botines, está situado cerca de la catedral de León y ocupa toda una manzana, manteniendo la forma de un trapecio irregular. Mientras que la planta baja y el semisótano tenían uso comercial, los tres pisos superiores se destinaron a uso residencial.
Mariano Andrés y Simón Fernández, amigos de Eusebio Güell, regentaban un negocio textil al por mayor y estaban deseosos por vivir en una residencia lujosa acorde a su posición. Gaudí concibió para ellos un palacio neogótico con superficies de granito trabajadas con almoadillado rústico. El paralelepípedo irregular se vio enriquecido en sus cuatro esquinas con torres-mirador muy prominentes, concluidas con altísimas agujas cubiertas de pizarra, al igual que el techo de varias capas.
El volumen compacto destaca por el relieve de las franjas que marcan el paso de un piso al siguiente y por los marcos de piedra que presentan las mansardas. El edificio está completamente rodeado de una valla metálica, interrumpida sólo por las dos entradas, situadas en dos fachadas adyacentes. Dicha valla, compuesta por un entramado de tiras de hierro formando espirales y organizadas en forma de losange, protege el semisótano y permite disfrutar de una visión total del edificio.
La estructura de carga de la construcción en el semisótano y la planta baja, consiste en un bastidor para las divisiones internas formado por columnas y vigas de hierro, mientras que las paredes maestras perimétrica son de mampostería maciza. Todo ello permitió tener los dos pisos completamente libres, sin paredes de carga interiores, sólo soportados por pilares delgados de hierro. Estas plantas destinadas a uso comercial gozan de una entrada independiente a las viviendas. La estructura maestra de las zonas residenciales consiste en múltiples paredes de carga que descargan en la estructura de hierro inferior.
Para realizar este edificio, Gaudí contaba con un grupo de albañiles catalanes, bien preparados y guiados por un maestro de obra de su total confianza, Claudi Alsina, que ya había trabajado con él en la Casa Vicens y, más tarde, en la Sagrada Familia.
El acceso principal está coronado con una escultura de San Jorge matando al dragón, una obra pétrea realizada por el escultor Lorenç Maramala, amigo de Gaudí, según las indicaciones de éste (el escultor modeló el yeso en la Sagrada Familia, bajo la mirada atenta del maestro). Con ocasión de una restauración realizada en 1951, se desmontó dicha estatua. Detrás de la misma, protegidos en un tubo de plomo, se hallaron los planos originales del complejo firmados por Gaudí."