RUIZ DE AEL M.J. Espacios para la mirada de nuestra arquitectura. CVA/EHAI. Bilbao, 2014
Págs. 15-21 "El Archivo del Territorio Histórico de Álava (ATHA) perteneciente a la Diputación Foral, fue inaugurado en su actual sede el año 1992. En 1994, fiel a la más dinámica política archivística llevada a cabo por su entonces directora Camino Urdiain, se apostó de forma decidida y consciente por el tratamiento de la documentación arquitectónica y urbana, dada la creciente importancia que en este tiempo estaban adquiriendo los Archivos y Museos de Arquitectura a nivel internacional, con la consolidación de centros altamente cualificados y de prestigio. El Centro Vasco de Arquitectura - Euskal Herriko Arkitektura Ikerkundea (CVA/EHAI), tuvo así su primera sede provisional en dicho edificio, proporcionando al archivo sus conocimientos sobre el tema y su quehacer diario, a cambio de unas modernas infraestructuras para la salvaguarda y tratamiento de esta particular documentación.
La nueva construcción de carácter exento realizada por el arquitecto José Luis Catón, está destinada a acoger las instalaciones propias de un Archivo, tanto en lo que respecta al puro depósito de los fondos como al resto de las actividades administrativas, científicas y técnicas relacionadas con él. Situado en la parte sur de la capital alavesa, en pleno campus universitario, este edificio alargado de singular aspecto, debe de dialogar con una serie de pervivencias ambientales, ubicándose entre los antiguos cuarteles militares de Flandes, rehabilitados en torno a 1988 como Archivo Municipal. los pabellones universitarios y las interesantes viviendas militares construidas entre los años 1946-50 que dan a la calle Nieves Cano. Dada las características de la parcela en la que el edificio ha tenido que ser ubicado, sumamente larga y estrecha y teniendo en cuenta el sistema funcional básico de los archivos que debe diferenciar los circuitos documentales interno y externo, se ha optado por una solución en dos alas. Ambas se articulan mediante un elemento central que a la vez que actúa como vestíbulo general del edificio, lo sitúa en el eje de la urbanización del campus universitario.
El ala derecha se ha concebido como un contenedor ciego específicamente acondicionado para el depósito de documentos. Su estructura está formada por pilares y losas bidireccionales de hormigón armado calculadas para una sobrecarga de uso de 3 Tm/m2, debido al sistema de almacenamiento mediante armarios compactos. La altura libre interior de las plantas es únicamente de 2,20 m. adaptándose así a las necesidades de climatización que presenta el archivo de documentos y atendiendo al hecho de que nunca éstos se almacenan por encima de los 2 m. de altura. En la planta baja de este ala, se produce el tratamiento del documento, desde que entra en el edificio hasta que se sitúa en el armario correspondiente. Limpieza, expurgo, clasificación, informatización, restauración, catalogación etc. Cualquier manipulación del documento, se produce en esta zona del edificio, sin que en ningún momento tenga contacto con el público. El ala izquierda de la construcción, consta la planta baja y piso y es donde se produce el contacto del público con los documentos archivados. En la planta baja se sitúa la sala de exposiciones y la de conferencias, con una capacidad para 78 personas. En el piso superior es donde se ubica la sala general de investigadores y las dependencias administrativas. Estructuralmente este ala se resuelve mediante un forjado bidireccional postesado de 35 cm. de canto. El empleo de este sistema está justificado por la necesidad de contar con una planta baja totalmente diáfana en su anchura, al objeto de poder alojar en ella espacios como la sala de exposiciones o la de conferencias, que por su configuración requieren estar exentas de soportes centrales. La cubierta sin embargo, se resuelve mediante cerchas de acero laminado y panel sándwich de chapa de acero lacado con aislamiento térmico. Las fachadas del edificio,están formadas por paneles de aluminio metalizado de tipo FORMACORE de la casa ROBERTSON que funcionan como recubrimiento exento de la fábrica interior que es la que soporta el aislamiento por su cara exterior.
Siguiendo al arquitecto “Desde el punto de vista formal, el edificio pretende ser un objeto capaz de mostrar las posibilidades que los nuevos materiales y las nuevas técnicas constructivas tienen para constituirse en alternativa válida a la tradición. De la misma manera que en un momento quien construyó los pabellones militares que ocupan una parte del campus frente a este edificio se planteó antes que nada responder técnicamente a los requerimientos militares, utilizando sistemas constructivos novedosos para su época junto a formulaciones compositivas tradicionales, el presente edificio quiere situarse de nuevo en el centro de esta antigua polémica ofreciendo nuevos puntos de referencia para el debate”.