RAMPTON K., Historia crítica de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Págs. 226-233.“Le Corbusier y la monumentalización de lo vernáculo, 1930-1960”
Sin embargo, pensar en este cisma como una simple diferenciación en la modalidad expresiva entre la “construcción” y “arquitectura” es ofrecer un resumen muy simplificado de la práctica de esta época. Y es que, a pesar de la “duda interior”, no sólo la máquina estética no había sido totalmente abandonada (como podemos juzgar por las estructuras de “muro-cortina” construidas en la práctica entre 1930 y 1933), sino que además obras tales como la casa con azotea de Beistegui revelaban inesperadamente una faceta surrealista en la imaginación de Le Corbusier. Este ejercicio onírico -reminiscente de los interiores de Aldolf Loos para la casa Tristan Tzara en 1926 – manifestó sus disyunciones “estéticas” en más de un nivel. Al tiempo que destacaba el carácter extraño de objetos a escala doméstica (¡El césped del solárium parecía una alfombra viva!) también evocaba improbables asociaciones urbanas ( topográficas) tales como la similaridad isomórfica entre la falsa chimenea el solárium y el arco del Triunfo, emplazado en el horizonte artificial de la pared limitante. Esta sensibilidad surrealista (véase Magritte y Piranesi) está latente en todo el retorno de Le Corbusier a lo vernáculo, desde la casa Marthes, cerca de Burdeos (1935) que fue construida a partir de planos, sin que el arquitecto visitara el lugar. Le Corbusier escribió:
“La imposibilidad de supervisar la construcción y la necesidad de emplear un pequeño contratista del pueblo influyeron incluso en la concepción del propio plano. La casa tenía tres etapas de obra, sucesivas y absolutamente separadas.
a) La albañilería, construída de una sola vez
b) La carpintería, construída de una sola vez
c) Los trabajos de ebanistería, que comprendían ventanas, puertas, porticones y alacenas, todo ello según un nivel y bajo un princio unitario de construcción; todo ello montado independientemente y con diversos tipos de hojas de vidrio, madera, contrachapado y cemento de amianto”.