FRAMPTON, K., Historia crítica de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona,1987.
pág.12-19. "Transformaciones culturales: la arquitectura neoclásica, 1750-1900".
En Alemania, esta tendencia se hizo patente por vez primera en la puerta de Brandenburgo, de Carl Gotthard Langhans, construida como entrada occidental a Berlín en 1793; y en el diseño de Friedrich Gilly para un monumento a Federico el Grande, 1797. Las formas primarias de Ledoux sirvieron de inspiración a Gilly para emular la severidad del dórico, haciéndose eco así del poder ‘arcaico’ del movimiento Sturm und Drang en la literatura alemana. Al igual que su coetáneo Friedich Weinbrenner, Gilly concibió una civilización primitiva y espartana, de elevados valores morales, con la que exaltar el mito del estado ideal prusiano. Su notable monumento habría adoptado la forma de una acrópolis artificial en la Leipziger Platz. A este temenos se habría entrado desde Potsdam a través de un rechoncho arco triunfal rematado por una cuadriga.