Inprimatu

CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs.217-240 .“Los rascacielos y la periferia suburbana en los Estados Unidos en el período de entreguerras”


Durante las décadas de 1910 y 1920 dos arquitectos nacidos en Austria que pasaron por el estudio de Wright se imbuyeron de sus principios, pero conservando no obstante sus propias identidades artísticas (una extraña combinación). El primero era Rudolph Schindler, que llegó de Viena en 1914 tras lidiar con la influencia de Otto Wagner, la Secession y Adolf Loos. Schindler tenía un profundo conocimiento intuitivo de las tendencias en favor de la forma abstracta presentes ya en la arquitectura vienesa anterior a la guerra y, tras un periodo en que supervisó algunos de los proyectos de Wright en California, se instaló por su cuenta. La casa Schindler/Chase (1921-1922) muestra cómo reaccionó ante el entorno de California, que todavía se podía exaltar como una tierra virgen.


Schindler daba respuesta al paisaje, a los colores de la tierra, a los árboles y a los vastos espacios, y trataba de traducir su comprensión de estas características en un refugio volcado al interior con espacios de techos bajos que daban a unos patios interiores con una densa vegetación a los que se accedía por pantallas correderas. La casa estaba proyectada para él y su esposa, y para otra pareja de recién casados, los Chase; había espacios privados separados para cada persona. La planta expresaba la idea de una comunidad entendida como una asociación libre de individuos, que protegían su autonomía o bien se incorporaban a un marco más amplio. La vida en la casa se veía como un fluir de ida y vuelta entre los patios (que tenían chimeneas exteriores y podían cubrirse con toldos) y las zonas delimitadas de modo más estable por la cubierta y los muros. Schindler añadió 'cestos para dormir' de madera y lona en las cubiertas, para usar en los meses más cálidos. A los jardines y setos rectangulares se les otorgaba tanta importancia como a los interiores. Schindler pensaba en la vivienda como “un simple entramado de unos cuantos materiales estructurales que mantienen completamente su color y textura naturales”.


La casa Schindler/Chase destilaba muchas enseñanzas de Wright, pero llevaba aún más lejos el proceso de simplificación; era como un ensayo en miniatura sobre el tema de los orígenes de la vivienda. Los muros se iban estrechando ligeramente y esto daba a los exteriores un perfil inclinado hacia dentro, un efecto que recordaba el interés del arquitecto por las formas vernáculas de adobe de los “pueblos indios”. Schindler usó una tecnología de losas ladeadas de hormigón similar a la desarrollada por Irving Gill, consistente en modelar las losas murales en el suelo y luego izarlas hasta su posición. Entre los elementos de hormigón se dejaban pequeñas rendijas para ventanas, de modo que en el interior había poca impresión de masa, tan solo una sensación de planos de colores cálidos que creaban un ritmo tranquilo y una calma luminosa. La vista se mantenía baja gracias a un travesaño horizontal continuo sobre el que había unos ventanales altos. Unas vigas bajas fijaban las ventanas de madera a los muros y realzaban la sensación de continuidad entre el interior y el exterior. Los interiores probablemente estaban en deuda con la arquitectura japonesa, especialmente el inacabado artificial del salón de té. Las pantallas móviles de madera (que originalmente eran de lona y solo más tarde de vidrio) se inspiraban en un campamento temporal en el que estuvieron Schindler y su esposa mientras se proyectaba la casa. La sensación de refugio primitivo —una curiosa combinación de cueva y tienda— parece que era deliberada, pues Schindler tal igual que Wright) estaba muy interesado por la necesidad básica de protección y por los matices psicológicos del espacio. En 1912, poco antes de dejar Viena de camino a los Estados Unidos, Schindler había escrito:


Un montón hueco de adobe fue la primera casa permanente […]


Los viejos problemas se han resuelto y los viejos estilos están muertos. Nuestro modo eficaz de usar los materiales eliminó la masa plástica estructural. Los arquitectos contemporáneos conciben la 'habitación' y la forman con techos y muros. El diseño arquitectónico se ocupa del 'espacio' como materia prima [...]; la figura de la habitación interior define el exterior del edificio [...] El arquitecto ha descubierto finalmente el medio de su arte: el ESPACIO. Ha nacido un nuevo problema arquitectónico.

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