CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.
Págs. 113 – 129.“El sistema arquitectónico de Frank Lloyd Wright"
Wright tuvo que afrontar variaciones de emplazamiento además de las de tamaño. Muchas de sus primeras casas estaban situadas en parcelas rectangulares y planas de superficie pequeña o media. Pero en 1904 se encontró con un terreno de carácter enteramente nuevo cuando se le pidió proyectar la pequeña casa Glasner en Glencoe, en la orilla norte de Chicago. El sitio estaba colgado al borde de un barranco con un espeso bosque. La disposición habitual de una casa apoyada en un plinto y sin sótanos simplemente no servía. Así pues, Wright proyectó la casa de modo que la referencia horizontal la suministrase la línea de cubierta; las formas del edificio caían en la cascada desde esta línea hasta encontrarse con el barranco a varios niveles. Se entraba por el nivel superior desde la parte posterior una vez pasada la cocina, hasta encontrar el salón- comedor y el dormitorio principal; las demás habitaciones estaban situadas abajo. Los volúmenes estaban anclados al lugar por tres elementos verticales de planta poligonal: una biblioteca en un extremo, una sala de té sobre un puente en el otro (finalmente no construída), y un cuarto de costura junto al dormitorio principal.
Puesto que el salón estaba a la altura de las copas de los árboles y rodeado por arbustos, se podía esperar que hubiese moscas e insectos en los meses de verano. Si todas las ventanas se hubiesen hecho practicables se habrían necesitado rejillas para insectos, que habrían obstruido las vistas. Wright resolvió el problema mediante un híbrido de sus ventanas habituales en las 'casas de la pradera' y de la ya muy experimentada 'ventana de Chicago' (una hoja central fija exclusivamente para la iluminación, y dos hojas pequeñas, laterales y verticales con rejillas, exclusivamente para la ventilación), sacada de su habitual contexto comercial; de este modo era posible mantener grandes superficies libres de mallas para insectos. La vista a través de la larga travée de ventanas, con motivos abstractos de árboles en las vidrieras, era totalmente mágica. El interior era sensible a todos y cada uno de los cambios de luz y color en el barranco. El carácter resultante era más rústico que suburbano, y estaba reforzado por los listones y tablas horizontales de la parte inferior, así como por la imagen de mirador de los volúmenes poligonales. El precioso efecto de una línea de cubierta en voladizo flotando sobre un terreno desigual era algo que Wright volvería a emplear.
El estilo de un artista puede entenderse como un conjunto de elementos típicos organizados en conjuntos que adoptan en sí mismos patrones característicos y genéricos. Un estilo basado en principios encarnará una especie de 'sistema' de formas constructivas que se combinan y recombinan de acuerdo con reglas gramaticales e intuitivas. Tal 'fórmula' es lo opuesto a un 'estereotipo' árido y repetitivo; es una abstracción que permite muchas posibilidades creativas en torno a unos cuantos temas centrales. Para ese artista -y Wright era esa clase de artista-, cada nuevo empeño edificatorio es una oportunidad adicional para explorar el tipo ideal al tiempo que se desvelan también nuevos significados. En ocasiones puede surgir una oportunidad que impulse la clarificación de la visión que guía al artista.