p.33-37. "Poco después de la construcción de la primera casa moderna de ladrillo para Erich Wolf en 1927, en Guben a la orilla del rio Neibe, dos industriales del textil de Krefeld, amigos íntimos, Herman Lange y Josef Esters, encargaron a Mies levantar dos casas sobre terrenos colindantes. Hernan Lange era un coleccionista de arte moderno con muchos contactos en la vanguardia berlinesa.
Partiendo del planteamiento inicial utilizado para la Casa Wolf, Mies utilizó estos dos encargos para perfeccionar una estrategia para casas de viviendas, que debía concectar el ritmo arquitectónico de los edificios con las vistas hacia el exterior y los espacios limítrofes. En la parte dedicada a los jardines, los grandes ventanales y los accesorios a las terrazas logran una intensiva comunicación con el espacio exterior. A diferencia de las casas Wolf y Riehl, las dos casas de Krefeld no gozan de vistas panorámicas, lo que las orienta más hacia el interior. Al haber sido concebidas como un conjunto, ambas cuentan con una distribución similar de los espacios. El interior contrasta con el emfoque de Mies para la urbanización de Stuttgaart, ya que aquí el arquitecto prescinde de un único espacio fluido en favor de una secuencia de habitaciones claramente separadas.
Las Casas Lange y Esters aparecen como edificios de ladrillo conpuestos por cubos entrelazados y figuran entre los primeros edificios modernos en los que la mampostería de ladrillo ha sido liberada de la función portante, con lo que las fachadas eran para aquella época extremadamente inusitadas. Las fachadas exteriores han sido revestidas con un revoque de ladrillo cocido oscuro produciendo el efecto de mampostería portante. La mayor parte de la estructura portante es de acero, lo que permitió al arquitecto cortar grandes aperturas en lo smuros exteriores, ventanas que son demasiado grandes para ser portadas por muros de ladrillo. Un hecho que molestó sobremanera al especialista en cálculo estático de Mies, Ernst Walter, fue que en las primeras estructuras de acero, el cálculo de la estructura fuera dictado por la configuración, obedeciendo ésta, por tanto, más a aspectos estético-formales que constructivos. Esto se refleja, por ejemplo, enque los muros exteriores que cumplen una función portante por medio de las espaciosas aperturas parecen haber sido liberados de la función estática. Con ello nos encontramos ante una contradicción evidente e intencionada de Mies entre la acentuación del carácter plástico de las fachadas y sus condiciones constructivas. Este conflicto entre el querer arquitectónico y las condiciones constructivas no lo resolvería Mies hasta Barcelona, con esa compleja diferenciación entre soporte y muro.
Puede que el rechazo estructural tenga su origen en el estudio de las pautas de De Stijl, según las cuales se tiene que mostrar de forma explícita la necesidad de superposición y desplazamiento entre los diferentes elementos. Esto representa la revelación consciente de como la estructura se desvía de la lógica racional.
Ambos clientes eran directores de la Unión de Tejedurías de Seda, empresa de la que Mies van der Rohe y Lilly Reich recibirían encargos considerables durante varios años. Mies levantó para la empresa un edificio industrial y colaboró con Lilly Reich en numerosas exposiciones de la industria de la seda. Ambas casas son hoy en día propiedad de la ciudad de Krefeld y su utilizan en parte para exposiciones de arte contemporáneo de los museos de artr de Krefeld."