Págs. 349-350“El auge de la arquitectura comercial en Inglaterra y en América”
Algunas empresas sumamente especializadas y muy lucrativas, como bancos y compañías de seguros, que buscaban ante todo el prestigio, fueron las primeras que trataron de encontrar la dignidad y representación de su categoría en la arquitectura contratando a arquitectos famosos. Estas entidades querían también que los edificios fueran resistentes al fuego como ocurría con los fabricantes de textiles de la época. Soane ya en su primera obra para el Banco de Inglaterra había optado, como se dijo anteriormente, ciertos avances técnicos franceses que Louis había empleado en el Théatre Français de Paris, antes de utilizarse por primera vez en los talleres textiles ingleses. Nash y otros arquitectos alojaron a lo largo de Regent Street otros tipos de negocios menos pretenciosos en estructuras de carácter mixto y de una construcción no tan resistente al fuego.
---
Págs. 29-40. “Transformaciones técnicas: ingeniería estructural, 1775-1939”
Aparte su uso en las catedrales del siglo XIII, el refuerzo de obra de ladrillo y hierro forjado en Francia tuvo su origen en Paris, en la fachada este de Perrault, en el Louvre (1667) y en el pórtico de Soufflot de Sante Geneviève (1772). Ambas obras anticipan el desarrollo del hormigón armado. En 1776 Soufflot propuso un techo de tirantes de hierro para una planta del Louvre, proyecto que abrió el camino para la labor precursora de Victor Louis, es decir, para el tejado de hierro que Louis construyó para el Théatre Français de 1786, y su teatro en el Palais Royal en 1790. En este último combinó un tejado de hierro con una estructura hueca y a prueba de incendio para el piso, sistema una vez más derivado de la bóveda del Rosellón. Que el fuego era un peligro creciente en las ciudades es cosa que cabe observar en le Halle au Blé, en Paris, cuyo tejado quemado fue sustituido en 1808 por una cúpula reforzada con hierro, diseñado por el arquitecto F.J. Belanger y el ingeniero F. Brunet. En realidad fue uno de los primeros ejemplos de clara división de trabajo entre arquitecto y constructor. Entre tanto, se había realizado la primera aplicación francesa de hierro a la construcción de puentes, con la creación del elegante Pont des Arts, sobre el rio Sena, erigido según los diseños de L.A. de Cessart, en 1803.