Inprimatu
Viviendas en Spangen

Viviendas en Spangen

  • 1919 -
  •  
  • BRINKMAN, Johannes Andreas
  •  
  • Rotterdam
  • Países Bajos

FUSCO Renato de ., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.


Págs.263-350.“El racionalismo ”


Puede decirse que en Holanda se recoge la totalidad de la experiencia de la  arquitectura moderna, desde el eclecticismo historicista (Cuypers, Berlage) a la influencia wrightiana más directa, desde el Art Nouveau (De Bazel y especialmente la versión geométrica de esta tendencia) al protorracionalismo que, junto con la tradición fantástica, con el estilo «900» y con el expresionismo confluyeron en el activísimo grupo de la escuela de Ámsterdam, o «Wendingen», desde De Slijl al racionalismo. En ningún otro país existió una tradición tan predispuesta hacia el Movimiento Moderno, ningún ambiente tan interesado por su desarrollo, ninguna legislación o política urbanística tan adecuadas para llevarlo a la práctica. No nos ocuparemos aquí de toda la significativa actividad arquitectónica del país, sino que intentaremos entender la aportación que representó para el código-estilo racionalista. Por otra parte, y puesto que todos los momentos de la cultura arquitectónica holandesa están relacionados mutuamente y se interfieren entre ellos, no podremos dejar de mencionarlos; se intentará especificar lo que permanece como fenómeno local, aunque presente un elevado interés o un valor artístico cultural, y lo que se relaciona o lo que directamente anticipa el lenguaje internacional del racionalismo. En cualquier caso, hay dos fenómenos que se anteponen a cualquier otra consideración: por un lado, la situación geográfica y urbanística del país, y por otro la influencia de la obra de Wright.


 En cuanto a la primera, y como es bien sabido, Holanda ocupa una región plana, en gran parte bajo el nivel del mar, del que se defiende mediante numerosos canales y diques; por tanto, la organización del territorio, el ahorro de espacio, el aprovechamiento racional de las superficies y de los edificios que allí se realiza son problemas que existen en el país desde hace mucho tiempo, y la escasa o nula discontinuidad entre lo antiguo y lo nuevo en el campo urbanístico y arquitectónico se debe a la escala uniforme de los edificios, a la dimensión reducida  de las viviendas, a la unificación delos elementos constructivos, que se adelantan en varias décadas a los problemas del Existenzminimum y de los estándares racionalistas....


 


...En particular, y centrándonos en nuestro argumento, es decir, en el análisis de la contribución holandesa al racionalismo, observamos que, en muchísimas de las obras de la escuela de Ámsterdam, como en el singular barrio de Spangen, realizado en Rotterdam por Michiel Brinkman entre 1919 y 1921, o en los conjuntos de edificios que construyeron M. De Klerk y J. F. Staal alrededor de 1902, se manifiesta la adopción de una tipología y de unos criterios de distribución muy similares a los de Klein y de los racionalistas alemanes que se utilizarían casi diez años después. Este aspecto, junto con otros muchos, como la urbanística a escala de barrio, la temática de la edificación popular, la adecuada ordenación exterior y el cuidado por los elementos del mobiliario urbano, nos inducen a considerar la producción de la escuela de Ámsterdam, entre otras cosas, como una especie de protorracionalismo. Este, sin embargo, desde el punto de vista lingüístico, no avanza por la vía muerta de la reducción clasicista, sino que continuara vigoroso para coexistir y, posteriormente, fundirse con los acentos neoplásicos, a pesar de la encendida polémica que mantienen las revistas de ambos grupos, respectivamente «Wendingen» y «De Stijl». Por tanto, mientras que, en Austria, en Francia y en Alemania la vanguardia figurativa que sigue al cubismo va a fomentar una arquitectura racionalista rica en contenidos, pero pobre en las formas, en Holanda encontró un movimiento, el de la escuela de Ámsterdam, muy activo en todos los sentidos, hasta el punto de influir en los propios arquitectos neoplásicos.


 


En resumen, a la presencia y a la coexistencia de la influencia de Wright y de la lección urbanística de Berlage (a él es a quien se debe el concepto de «bloque», que hasta los años treinta preside las intervenciones urbanísticas promovidas por la ejemplar ley de 1901, al protorracionalismo anti clasicista, aunque rico en valores lexicológicos y, sobre todo, a la obra de Stijl se debe la existencia en Holanda y en los años de entreguerras de una producción que puede figurar entre las más ricas y significativas, y que podemos dividir en tres corrientes.


 

Igo