Inprimatu

BENEVOLO, L.,Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág.496-529. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los primeros contactos con el público"


1.- Los concursos.


En 1931, el gobierno ruso convoca un concurso internacional para el palacio de los Soviet, que debería constituir la contraposición al concurso de Ginebra, demostrando la superioridad del mundo socialista sobre el capitalista. El gobierno encarga directamente algunos proyectos a los más célebres maestros modernos, a Gropius, Mendelsohn, Le Corbusier, Poelzig, casi para demostrar que la Unión Soviética acoge gustosamente las fuerzas progresistas derrotadas en Ginebra.


Le Corbusier presenta un complejo organismo donde la articulación de los volúmenes reproduce analíticamente los elementos distributivos y sus acoplamientos, como en Ginebra, pero las estructuras portantes de las dos grandes salas son exhibidas en el exterior, con una complacencia que recuerda la escuela constructivista rusa. Gropius, al contrario, inscribe en un gran circulo todos los cuerpos de fábrica y con este expediente geométrico domina un tema insólitamente vasto. El mejor proyecto es, probablemente, el de Mendelsohn, el único que se muestra capaz de controlar la amplia composición con energía suficiente y amplitud de conjunto (figs. 545 y 546).


El jurado alaba un poco todos los proyectos, en especial el de Le Corbusier, que habla un lenguaje más familiar, pero concede los primeros premios a los académicos: el primero y el tercero a los rusos B. M. Jofán y N. B. Yoltovsky, el segundo a Hamilton. El encargo se otorga en 1933, después de un concurso de segundo grado, a Jafán y a los tradicionalistas Schouko y Helfreich, y el proyecto definitivo es una especie de rascacielos con cuerpos escalonados, coronado por una estatua de Lenin de cien metros de altura y más alto, en su conjunto, que el Empire State Building, construido por aquel tiempo en Nueva York.

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