Inprimatu

Columbushaus

Edificio Colón
  • 1931 - 1932
  •  
  • MENDELSOHN, Erich
  •  
  • Berlin
  • Alemania
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COBBERS Arnt. Erich Mendelsohn (1887-1953). El visionario analítico. Edit. Taschen. Colonia, 2007.


p.65-67. "Actualente, la exigencia de flexibilidad interior  en los grandes edificios de oficinas forma parte de los estándares establecidos, pero el primer edificio de oficinas erigido cn grandes áreas libres de columnas que se conoce fue, probablemente, el Edificio Colón (Columbushaus) de Mendelsohn, Después de ser destruido durante la guerra, fue medianamente restaurado, en el transcurso de ls insurrección popular de Berlin Oriental, el 17 de junio de 1953, la construcción con estructura de acero fue presa de las llamas y, cuator años más tarde, demolida.


Martin Wagner, en su cargo de consejero comunal para la construcción desde 1926, se había propuesto transformar los dos rpincipales nodos circulatorios de Berlín, la plaza Alexanderplatz y el sector de las plazas Leipziger Platz, Postdamer Platz, en modernas plazas "con carácter de metrópoli". La planificación se basó en el cálculo del auento del tránsito en los siguientes 25 años. Transcurrido este lapso, los edificios estaían amortizados y deberían poder ser reeplazados. Mendelsohn desarrolló  varias propuestas para las plazas Leipziger y la Postdamer Platz y, a partir de mediados de 1928, inició las negociaciones para la construcción de una filial berlinesa del consorcio Galeries Lafayette. A finales de ese año fue demolido el viejo edificio; en enero de 1929, Mendelsohn contrató al director de obra Ernst Sagebiel, quien, años más tarde, construiría el Ministerio de Aviación del Reich y el aeropueto Tempelhof.


En febrero, el proyecto fue interrumpido súbitamente - el consejero Wagner temió que un edificio de gran altura trajera consigo tránsito adicionall a un lugar ya congestionado. Mendelsohn cerró las escavaciones de obra con un gran vallado que fue alquilado como superficie publicitaria, en el que también se integraron tiendas y el despacho del director de obra. Tras largos meses de difíciles negociaciones, el consorcio parisino desistió del proyecto. no gue sino en la primavera de 1931 que comenzaron los trabajos de construcción de un edificio plurifuncional con restaurantes, tiendas y oficinas, ahora contres plantas menos. Al cabo de once meses, el inmueble estaba listo para ser ocupado; una magistral hazaña de logística, tratándose de uno de los edificios de oficinas alemanes de mayor envergadura, con un volumen de 54.000 m3.


Mendelsohn escribió sobre su proyecto: "Dentro del marco de la tarea eral, que era la de construir una de las paredes de una plaza, se evitó toda acentuación de la esquina. Sólo la forma de la cubierta y la disposición de las fajas de ventanas le otorgan una dirección evidente hacia la plaza Postdamer Platz... La distribución de planta de todos los pisos se redujo a una simple fórmula. El principio rector para la coposición fue asegurar desde un principio cualquier posible udo sin que hubiera que hacer trabajos de remodelación relevantes ante lanecesidad de posteriores cambios".


Mendelsohn se veía confrontado con un problema particular; para las dos plantas inferiores se requerían grandes escaparates, las ocho plantas restantes debían poder ser subdivididas de forma flexible: Esto significaba que los apoyos constructivos no debían aparecer ni abajo, en la fachada, ni arriba, dentro de los espacios. Para no afectar la elegancia de la fachada principal con robustos apoyos, Mendelsohn previó para las plantas superiores una estructura de acero con pilares de 16 cm. de ancho que articulaban la fachada cada 1.30 m. Detrás de ella, en cada planta, se extendía una superficie de uso flexible de 6.70 m de profundidad por 90 m. de largo. Una doble hilera de apoyos en el centro del edificio se integró en las paredes del distribuidor al ejecutar la obra del interior. La carga de la fachada se transmitió al interior por medio de vigas, apoyadas a su vez sobre otras de sólo 30 cm de ancho. Sólo en las dos plantas inferiore se empleó la mitad de la cantidad de acero total del edificio. 


También era espectacular la construcción del voladizo de la terraza, que pertenecía a un restaurante. La cubierta, en  una longitud de 90 m., volaba sin apoyos unos 6.5 m. La mitad de su superficie alojaba claraboyas provistas de serpientes de calefacción, impidiendo una acumulación de nieve en invierno. Las fachadas hacia la calle estaban revestidas con placas de piedra caliza; las letras de los carteles luminosos de publicidad entre las fajas de ventanas se fijaron sobre carriles para poder sustituirse sin problemas. El edificio Colón fue la pirmera torre de oficinas en Alemania con aire acondicionado. El agua, extraída de una fuente propia a 32 m. de profundidad, era filtrada repetidamente y llevada al sistema de tuberías. De los tres núcleos del edificio con escaleras, ascensores, aseos y un elevador rosario, dos ocupaban los extremos y uno, el centro. El primero de octubre de 1932, Mendelsohn trasladó su estudio de Westend al Edificio Colón; medio año más tarde abandonó Alemania para siempre. "


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FUSCO Renato de .,  Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.


Págs.263-350.“El racionalismo "


La Columbushaus. Dentro de lo reducido de nuestro texto quizas deberian tomarse otras obras como paradigmas del codigo-esilo racionalista en lugar de este edificio de Erich Mendelsohn, es decir, de un artista que es mas conocido por ser quien tradujo con coherencia y continuidad el expresionismo a la arquitectura. Podria ser bastante mas significativo que la columbushaus, por ejemplo, el Pabellón suizo de la Universidad de París (aunque se ha mencionado ya como precedente de la Unidad de Habitación de Marsella) o las dos casas en hilera de Oud en Hoek van Holland (a las que nos hemos referido brevemente tratando de la producción holandesa) o incluso alguna otra obra de Gropius, Le Corbusier, Mies, etc. Y, sin embargo, nos parece más útil hablar de este edificio construido por Mendelsohn en Berlín entre 1929 y 1931, por las siguientes razones: a) la figura de este gran arquitecto se menciona independientemente de lo dicho en la primera parte del presente capítulo; b) la Columbushaus es una realización importante incluso por el propio programa, tal que en la época los restantes maestros no habían tenido ocasión de construir nada parecido; c) completa también desde un punto de vista tipológico nuestra elección de edificios representativos y exponentes del código-estilo que estudiamos; d) contribuye a esclarecer las complejas relaciones entre expresionismo y racionalismo, y e) constituye un ejemplo que demuestra las posibilidades ofrecidas sobre el plano práctico por la nueva arquitectura.


 La Columbushaus pertenece a la tipología de los edificios comerciales civiles, que el racionalismo no había llegado a afrontar completamente antes de 1929. Se encuentra en la Potsdamer Platz de Berlín, y consta de una planta baja destinada a tiendas, de un primer piso con un restaurante, de otros siete pisos para oficinas y de un último piso que contiene un restaurante panorámico. La planta del piso tipo contiene en el centro un doble grupo de escaleras y ascensores, más otras escaleras de servicio ubicadas en las esquinas opuestas del edificio. Fuera de estos obstáculos, la planta tipo quedaba completamente libre e indeterminada, para adaptarse a las más variadas disposiciones de las oficinas. La estructura portante era de acero, y al retranquearse los soportes exteriores del plano de la fachada ésta quedaba «exenta», con bandas macizas continuas horizontales que alternaban con ventanas, también continuas, con un módulo vertical entre los maineles de 90 cm. El forjado de cubierta era una lámina plana, que apoyaba también en soportes retranqueados para configurar una amplia zona de claroscuro. La forma de la planta era la de una L, con el ala larga levemente curva para enlazar con un palacete próximo de estilo barroco. Hablando de la Columbushaus, Benevolo pone de manifiesto que «sólo la terminación del lado corto, con la vidriera continua de la escalera, y la leve curvatura del lado largo dan movimiento a la composición, y parecen apenas un eco de las  tumultuosas composiciones juveniles». Sin duda, la Columbushaus queda lejos de la Torre de Einstein de 1919, del «Berliner Tageblatt» de 1922, de los almacenes Schocken de Stuttgart de 1926-28, pero ya no tanto de los almacenes de la misma empresa realizados en 1928-30 en Chemnitz, por citar sólo algunas de sus obras más famosas. Se diría que Mendelsohn, condicionado en parte por el tema, procede mediante simplificaciones sucesivas hasta llegar a esta obra en que el lenguaje racionalista predomina sobre el expresionista. Predomina, pero no lo niega. Recordemos que las ventanas en banda aparecen por primera vez en 1910, en un edificio expresionista de la misma tipología construido en Breslau por Hans Poelzig, y serán una constante en casi toda la obra de Mendelsohn, especialmente para los edificios comerciales. Observemos en segundo lugar que el rigor geométrico no es sólo patrimonio del racionalismo, sino que aparece, aunque con motivaciones diversas, en algunos momentos y que somos ivacio expresionistas, recordamos al Behrens de la HÖchstoras Farbwberke. Es precisamente la capacidad para componer elementos geométricos con otros de carácter más libre lo que permite a Mendelsohn realizar el detalle más feliz de la conformación de la Columbushaus: el lado curvo que se alinea con el edificio contiguo preexistente, enlazando con él no sólo mediante esta curvatura, sino también con el retranqueo de los últimos pisos. Zevi subraya la relevancia urbana de la intervención: «la esquina intercepta la fuerza de las bandas que provienen del flanco y las direcciona sobre la parte frontal que, al curvarse, aparece como non finito. El objeto arquitectónico así interrumpido, privado de un remate, se adapta al lugar, se imbuye de él y al tiempo lo reviste con su propia presencia, dominando toda veleidad autonómica y de elocuencia en sí mismo». Por su parte también Benevolo sostiene que esta obra contribuye mejor a la causa de la arquitectura moderna que las villas suburbanas de Le Corbusier o de Mies. «Hace comprender a la gente, de la forma más persuasiva, que sólo la arquitectura moderna tiene la capacidad de resolver algunos de los problemas funcionales propios de un centro de negocios moderno (...) una persona puede pensar que la villa Savoye no tiene en cuenta al hombre, pero no puede dejar de aceptar la Columbushaus, puesto que algunas de las funciones que afectan a su vida cotidiana encuentran en este edificio, y por primera vez, una sistematización satisfactoria.»


En resumen, Columbushaus no es la obra maestra de Mendelsohn, ni, como se ha dicho, una de las obras más representativas del racionalismo. Sin embargo, si en el plano del lenguaje demuestra cómo el expresionismo se inspira y se funde con el código-estilo que estudiamos, en el plano más general, sociológico y técnico, de una experiencia de madurez, puede considerarse como uno de los logros de la cultura europea, una de sus últimas manifestaciones arquitectónicas antes de que Alemania cayera en la fase más oscura de su historia. 


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BENEVOLO, L., Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág.496-529 ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los primeros contactos con el público”


En este clima, entre 1929 y 1931, se construyen, casi contemporáneamente, tres obras importantes que en seguida se hacen famosas y sirven como punto de referencia para las discusiones a favor y en contra del Movimiento Moderno: la villa Savoie, en Poissy, de Le Corbusier; la villa Tugendhat, en Brno, de Mies van der Rohe, y la Columbushaus, en Berlín, de Mendelsohn.


 Concebidos en un clima evidentemente polémico, estos edificios, de distinto carácter, tienen en común una insólita claridad de planteamiento, revelando un excepcional esfuerzo demostrativo por parte de sus autores. Son tres imágenes sugestivas y un poco fáciles, a punto de convertirse en lugares comunes...


...La Columbushaus (figs.586) es un edificio comercial en la Potsdamerplatz de Berlín: la planta baja está destinada a tiendas, el primer piso y el semisótano a restaurantes, los siete pisos a oficinas y el último a un restaurante panorámico. A diferencia de los almacenes Schocken y del palacio de la Unión de Trabajadores del Metal, aquí no se sabe de antemano dónde se colocarán las oficinas sino que es necesario prever la máxima flexibilidad, porque los espacios se dividirán de manera imprevisible y siempre distinta.


 El edificio se apoya sobre un esqueleto de acero; los pilares se hallan cerca de metro y medio retrasados respecto a la línea de fachada de los dos primeros pisos, de modo que las ventanas de las tiendas y las grandes cristaleras del restaurante corren ininterrumpidamente a lo largo de todo el perímetro; en el techo del primer piso los pilares sostienen, por medio de ménsulas, una gran jácena en la que se apoya la estructura sustentante de oficinas, que se halla a ras de fachada y está formada por ligeros montantes separados a una distancia de 1,80 metros aproximadamente; así, los tabiques de las oficinas pueden colocarse prácticamente en cualquier posición, a partir de los montantes externos, y toda la fachada está construida como un gran cerramiento que se sostiene a sí misma y a las instalaciones de los distintos pisos. Los antepechos están revestidos de placas de piedra y forman franjas horizontales ininterrumpidas entre las distintas hileras de ventanas.


 La tensión de origen expresionista que caracteriza la arquitectura de Mendelsohn desciende en este edificio al punto más bajo y permite por fin un razonamiento tranquilo y sereno. La estructura reticular se revela claramente en la fachada, a pesar del parcial revestimiento de piedra, e impide que el efecto gráfico de las franjas horizontales claras y obscuras sobresalga demasiado; sólo la terminación de la fachada menor con la vidriera continua de la escalera y él leve pliegue dé la fachada mayor dan movimiento a la composición, y conservan apenas un recuerdo de las tumultuosas composiciones juveniles.


 Esta obra aporta a la causa de la arquitectura moderna una contribución complementaria a las villas suburbanas de Le Corbusier y de Mies. Muestra al público, del modo más persuasivo, que sólo la arquitectura moderna es capaz de resolver ciertos problemas funcionales, propios de un moderno centro de negocios. La Imposibilidad de conocer previamente las utilizaciones precisas impide la definición de los ambientes y de las fachadas al modo tradicional y, por lo tanto, seria absurdo pensar en aplicar aquí el consabido disfraz estilístico. En cambio, el nuevo lenguaje consiente la realización de la deseada flexibilidad distributiva y la capacidad de escalonar las decisiones en diferentes etapas, como es necesario en esta clase de empresas. 


 De esta manera se demuestra que la nueva arquitectura no sirve sólo para construir excéntricas moradas de algunos clientes fuera de lo común, sino que es la condición indispensable para la renovación del centro de las ciudades y atañe por lo tanto al interés de todos. 


 

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