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Viviendas Existenzminimum en Bergpolder

Viviendas Existenzminimum en Bergpolder

  • 1933 - 1934
  •  
  • VAN DER VLUGT, Leendert Cornelis
  •  
  • Bergpolder
  • Países Bajos

BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


 Págs. 621-669. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los progresos de la arquitectura europea entre 1930 y 1940”


3.- Los Países Bajos.


A continuación, Brinkmann y Van der Vlugt aplican el mismo método de análisis, funcional en otros edificios públicos e industriales (un silo en el puerto de Rotterdam; la sede de la Van Nelle, en Leiden, el Banco Mees, en Zoonen, la sede de la Unión teosófica, en Amsterdam) y en numerosos edificios de viviendas; continuando en esta línea, realizan, en 1934, en colaboración con Van Tijen, la primera casa popular alta, según la idea de Gropius, el Bergpolder.


Este edificio se levanta en un barrio popular de Rotterdam, densamente construido en casas de tres y cuatro pisos; las viviendas se concentran en un cuerpo lineal de diez pisos, dejando gran parte del terreno para zona verde. La estructura principal es de acero, mientras los forjados y los cerramientos, que ocupan gran parte de las fachadas, son de madera. Las viviendas, todas iguales, destinadas a familias de cuatro personas, están distribuidas con criterios de rígida economía. En la fachada este se marcan las franjas de las galerías de acceso, mientras en la fachada oeste se abren las terrazas de los distintos pisos, con barandillas enrejadas y toldos inclinables. Por primera vez se instala un ascensor en una casa popular, la cabina es amplia, sin puertas, y se detiene cada dos pisos.


En un edificio tan insólito se han advertido algunos inconvenientes: la excesiva elasticidad de la estructura en acero, la dificultad de pintar periódicamente amplias superficies de metal y la promiscuidad motivada por las terrazas continuas. Estos defectos se corrigen parcialmente en el siguiente edificio construido en 1938, por Van Tijen y Maaskant, el Plaslaan, en un barrio más señorial. La estructura de hormigón armado se deja vista, los pisos, de distintos tamaños y distribuidos con mayor amplitud, tienen una terraza más pequeña, pero más profunda; la simplificación del aspecto externo reduce los gastos de conservación. El terreno es más pequeño que el precedente, pero está situado en un lugar más abierto, a orillas de un lago rodeado de jardines.


En la teoría de Gropius, los bloques de viviendas de diez pisos sirven, sobre todo, para obtener ciertas ventajas urbanísticas, como la mejor utilización del suelo, la mejor distribución de los servicios, economía de calles y de canalizaciones. Estos problemas no han podido abordarse en el Bergpolder y en el Plaslaan, porque los dos bloques fueron insertados en un tejido urbano ya formado, pero se pudo demostrar la inconsistencia de los prejuicios contra este tipo de edificio: el empleo del ascensor no produjo inconveniente alguno, a algunas clases de familias le gustó esta forma de vivir y se confirmó además la conveniencia económica de las estructuras altas, de 10-12 pisos. Todavía hoy el contraste de ambos edificios con el tejido circundante -especialmente el Bergpolder, que surge en un barrio alineado según las calles- choca por su virtual significación urbanística: se evidencia aquí que es posible otro tipo de ciudad, donde la arquitectura no sólo sirva para modular las paredes, sino también para situar libremente en el espacio los volúmenes construidos, y donde los edificios se relacionen directamente con los espacios libres, como el Bergpolder con su prado circundante, donde los niños puedan jugar, lejos del tránsito urbano.


Los detalles constructivos de estos dos bloques, definidos con excepcional franqueza y simplicidad, confirman esta impresión. No cuentan por sí mismos, sino sólo en relación a la composición de conjunto, que define rigurosamente el grado de relieve individual admisible a cada uno.

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