Inprimatu

FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Págs. 57-63.“Frank Lloyd Wright y el mito de la Pradera 1890-1916” 


...Este énfasis inicial en la chimenea es testimonio de otra influencia más decisiva, la de la arquitectura japonesa, bajo la que Wright había estado, según él, desde 1890, y sin duda alguna desde la Exposición Colombina de Chicago de 1983, en la que el gobierno japonés presentó su muestra nacional en una reconstrucción del templo de Hooden. El papel que esta construcción puede haber desempeñado en la evolución de Wright ha sido perfectamente descrito por Manson.


Si asumimos que el encuentro real con los conceptos japoneses fue la pauta requerida en cierta coyuntura de su carrera para dar a sus  arquitectura su orientación final e inequívoca, muchos de los pasos de la evolución de ésta se vuelen racionales en lugar de metafísicos. Ejemplos: la conversión del tokonoma -elemento permanente de los interiores japoneses y foco de la contemplación y el ceremonias domésticos- en su equivalente occidental, la chimenea y la atribución a ésta de una importancia animista; la exposición franca de la albañilería, la chimenea y su hogar como expresión de sobijo, enfatizada como el único componente sustancial deseado en unos interiores de creciente fluidez; la apertura hacia fuera del interior a partir de la chimenea y hacia superficies variables de vidrio en sus límites exteriores; la extensión de los grandes aleros sobre dicho límites para modificar y controlar la intensidad de la luz que dejan pasar y para protegerlos de las inclemencias del tiempo ;La subdivisión del interior de sus diferentes unidades mediante mamparas en lugar de tabiques reconociendo y albergando así los flunctuantes usos humanos a los que se destina; la eliminación de todas las molduras esculpidas y barnizadas a favor de superficies lisas y madera al natural; - todo esto y mucho más podría haber sido sugerido por las enseñanza del Hooden como sadudables mejoras todavía ausentes o no declaradas-.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 113 – 129.“El sistema arquitectónico de Frank Lloyd Wright”


Fue la arquitectura japonesa la que ayudó a Wright a lograr su síntesis. Wright no visitó ese país hasta 1905, pero mucho antes ya había estudiado ejemplos orientales en libros y en representaciones de estampas japonesas; probablemente vio la reconstrucción del templo de Ho-o-den en la Exposición Colombina Mundial de Chicago en 1893, que quizá sólo vino a confirmar su interés por las cubiertas voladas y por una gramática basada en armazones, travesaños y pantallas de madera. Grant Manson ha señalado que el tokonoma -«elemento permanente de los interiores japoneses y foco de contemplación y ceremonial doméstico»- podría haber influido en la atención prestada por Wright al hogar de la chimenea como elemento fijo en unos espacios por lo demás fluidos. Evidentemente, el arquitecto admiraba las proporciones refinadas, la carpintería exquisita, el uso de materiales humildes y el emplazamiento sutil en la naturaleza que encontraba en ciertos ejemplos japoneses. Se trataba de una arquitectura que modulaba el espacio y lo llenaba de un carácter espiritual: lo opuesto, en su opinión, a la tendencia renacentista a colocar muros alrededor de habitaciones como cajas y a decorarlas con ornamentos. Wright buscaba una expresión integral y tridimensional en la que el exterior fuese un reflejo de los volúmenes interiores, y en la que la escala humana impregnase todas las partes. Más aún, las estampas japonesas -aparte de su representación de la arquitectura- indicaban un lenguaje de figuras y colores directamente a tono con los sentimientos (algo similar a lo que habían hecho los bloques de Froebel al principio de su vida). En otras palabras, las estampas proporcionaban enseñanzas adicionales de abstracción: a Wright le aportaron una comprensión más profunda en la percepción intuitiva de valores espirituales 'más elevados'.


 

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