CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 

Págs. 547- 565.  “ Extensión y crítica en la década de 1960”

Pese a la inconsistencia de sus posiciones filosóficas, algunos de los Five lograron realizar edificios de una refinada elegancia. El anexo a la casa Benacerraf( 1969), de Graves,puede servir de ejemplo. Se trataba de una especie de pabellón adosado a una residencia en Princeton, Su lenguaje arquitectónico estaba compuesto a partir de toda una variedad de fuentes arquitectónicas modernas, pero los elementos se colocaban en yuxtaposiciones inesperadas que desafiaban las expectativas relacionadas con su papel habitual. Así, el observador informado podía notar que los pilotis cilíndricos se convertían en pasamanos horizontales; o que los soportes de colores y los efectos espaciales expansivos derivados de la casa Schróder se hacían colisionar deliberadamente con las curvas de planta libre que recordaban las villas de Le Corbusier. Giulio Romano, en el Palazzo del Té (1530), había confiado en los conocimientos de su público para que reaccionase con un escalofrío de inesperado deleite cuando apreciasen las claves caídas y otras rupturas de las reglas clásicas del Renacimiento; del mismo modo, Graves contaba con una perspectiva histórica que hacía de los años 1920 una era clásica, y con un público que, comprendiendo esto, admiraría su virtuosismo para romper las reglas. Esto era complejidad y contradicción, pero aplicadas a prototipos venerados del movimiento moderno, más que a referencias domésticas norteamericanas como en el caso de Venturi. Era una arquitectura para arquitectos, dirigida a una profesión completamente familiarizada con los monumentos de la arquitectura moderna gracias a los libros lujosamente ilustrados y a los cursos universitarios de historia del arte. Philip Johnsondescribió el anexo Benacerraf bastante acertadamente como «una pieza maravillosamente vistosa de escultura de jardín». De hecho, podría decirse que el estilo de Graves, con su interés en los delicados soportes de colores y su especie de bucolismo de patio trasero, está en deuda con las esculturas abstractas de Anthony Caro.

---