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Pabellón japonés en la Exposición universal de Paris 1937

Pabellón japonés en la Exposición universal de Paris 1937

  • 1937 -
  •  
  • SAKAKURA, Junzo
  •  
  • Paris
  • Francia

CURTIS W.,  La arquitectura moderna desde 1900.Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs.371-391. “Internacional, nacional y regional: La diversidad de una nueva tradición”


El Pabellón de Japón en la Exposición Internacional de Paris de 1937, proyectado por Junzo Sakakura, reafirmaba la esbelta estructura de acero (que Sert había identificado como una norma universal) de un modo que recordaba los módulos, las proporciones y la delicada carpintería de la construcción tradicional japonesa.


Tanto Sakakura como Kunio Mayekawa habían trabajado en el atelier de Le Corbusier a finales de los años 1920 y se habían llevado de vuelta a casa el entendimiento de los principios internos, no sólo de los elementos superficiales. Ambos contribuyeron a establecer el andamiaje intelectual de una arquitectura moderna genuinamente japonesa, pero sus esfuerzos se vieron seriamente socavados por el resurgir de un nacionalismo extremista (que, irónicamente, recurría a los modelos clásicos occidentales) y por el estallido de la guerra.


Págs.. 491-511.“Proceso de asimilación. Ame. Latina, Australia, Japón”. Hay que guardarse de tratar la 'invasión moderna' como un hecho monolítico e invariable. La situación alcanzada por las ideas en los países influyentes condicionaba, en cierta medida, el punto de partida de los países influidos Brasil, Suráfrica, México y Japón, por ejemplo, recibieron la arquitectura moderna cuando ésta todavía era joven, en las décadas de 1920 y 1930, y crearon sus propias variantes en el periodo de entreguerras. Comparar, digamos, los proyectos de casas de Martienssen en Ciudad del Cabo con el Ministerio de Educación de Costa y Niemeyer en Rio de Janeiro (ambos de mediados de los años 1930) y poner ambos junto al proyecto casi coetáneo de Sakakura para el pabellón de Japón en París, es tomar conciencia del extraordinario peso de la 'visión internacionalista incluso con esos sutiles acentos nacionales mencionados anteriormente (véase el capítulo 21); también en este caso los tres proyectos derivaban en gran medida de las obras de Le Corbusier en la década de 1920.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.252-265.“El Estilo Internacional: tema y variaciones, 1925-1965”


En 1926, empezó a formarse un movimiento japonés relativamente independiente alrededor del Grupo de Secesión Japonés, que incluyó entre sus primeros miembros a Mamoru Yamada, que diseñó la central telefónica de Tokio en 1926 y Tetsuro Yoshida, que proyectó la oficina general de correos de Tokio en 1931. Al propio tiempo, los pertenecientes a una generación todavía más joven, como Kunio Mayekawa y Junzo Yoshimura, empezaron a trabajar para Raymond o bien a estudiar en el extranjero. Numerosos japoneses acabaron incluso estudiando en la Bauhaus a finales de la década de 1920, en tanto que otros tales como Mayekawa y Junzo Sakakura, trabajaron para Le Corbusier


Sakakura consiguió incluso completar su experiencia europea con una obra de importancia internacional, el pabellón de Japón en la exposición de parís en 1937, en el que el orden arquitectónico de la tradicional casa de té fue interpretado en términos modernos por no decir corbusieranos. La planificación de espacio libre realizada por Sakakura, junto con la clara articulación de su estructura y su interconexión a base de rampa entre espacio exterior y el interior, poca semejanza tenían con el orden espacial de la tradicional arquitectura japonesa.


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BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 733-770."La difusión mundial” 


Págs.755-770. Japón


En el breve espacio de tiempo que va de 1930 a 1937, el movimiento moderno japonés produce las primeras obras importantes: algunas casas de S. Horiguchi, en las cuales se consigue por primera vez una verdadera integración estructural entre las aportaciones occidentales y las orientales, el pabellón japonés, de Sakakura, en la Exposición de París de 1937, reproducido en el libro de Roth, como una de las veinte obras más representativas de la década, y el hospital de Teishin, en Tokio, construido en el mismo año por M. Yamada.


 A partir de 1937, cuando el régimen japonés se endurece en sentido totalitario y nacionalista, estas búsquedas se interrumpen y se asiste, también aquí, a una exhumación de las formas tradicionales.


 


 

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