Págs. 65-183. “Nuestra herencia arquitectónica”
La plaza y los elementos constitutivos de la ciudad.
El muro, la plaza, la calle.... Por tanto, resulta de lo más sorprendente la uniformidad arquitectónica de esa calle corta de Florencia conocida originalmente como Piazza degli Uffizi, en la que Giorgio Vasari levantó unos edificios administrativos para los Medici entre 1560 y 1574. Las tres cornisas continuas y ligeramente resaltadas, vistas con el perfil simétrico de la cubierta superior, hacen de este espacio una obra maestra de la perspectiva en profundidad. Este trazado regular de los Uffizi habría sido casi inconcebible sin el ejemplo que el maestro de Vasari, Miguel Ángel, le había ofrecido en el grupo de edificios por entonces en construcción en el monte Capitolino de Roma.
La deuda que Vasari tenía con Miguel Ángel aparece incluso en los detalles, como el uso alterno de pilastras y pares de columnas; pero las columnas de Vasari -en vez de estar dinámicamente situadas junto a las pilastras, como en el Capitolio- están colocadas a intervalos regulares. Se sabe que Vasari enseñó sus diseños a su maestro en Roma, así que Miguel Ángel tuvo su parte en el proyecto.