Págs. 247-675.“El espacio-tiempo en el arte, la arquitectura y la construcción”
pág.498. El edificio comunitario. El Harkness Commons Building, el edificio comunitario, forma el edificio con centro social de la vida de los estudiantes de posgrado en Harvard. Es una construcción de dos plantas, con estructura de acero, revestimiento de piedra caliza y grandes superficies de vidrio. Resulta delicioso observar cómo la organización cuidadosamente planeada de este edificio da ímpetu arquitectónico a todo el conjunto.
Insólitamente situados en la primera planta están los comedores y la cocina, que puede servir 1.200 comidas a la vez. Una rampa de hormigón armado en voladizo -que forma una especie de espina dorsal dentro del edificio- lleva directamente a los mostradores de la cafetería. La zona del comedor está dividida en cuatro piezas para evitar la impresión de alimentación en masa.
La planta baja, con sus amplias superficies de vidrio, sirve como lugar de reunión social, y el mayor de sus dos salones puede convertirse fácilmente en sala de asambleas.
El edificio comunitario y el arte moderno. Hay algo que no debería olvidarse: pese a los medios bastante limitados de los que disponía, Gropius insistió en que el arte contemporáneo debía estar presente en el edificio comunitario. No fue un problema fácil de resolver.
Durante siglo y medio, el arte contemporáneo y el público habían perdido el contacto. El público respondió tardíamente y sólo tras algunas generaciones. El destierro del arte creativode la vida pública tuvo otro efecto: alejó a los artistas y los arquitectos del hábito de trabajar juntos. Ésta es la situación hoy en día.
Hacía falta valor, en torno a 1920, para invitar a los pintores más avanzados a unirse al cuerpo docente de una institución estatal como la Bauhaus. Y la misma osadía fue necesaria en 1949 para introducir la obra de los artistas modernos en una universidad; y no en forma de exposición, sino como compañía cotidiana de la vida estudiantil.
En la sexta edición de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), celebrada en Bridgewater, Inglaterra, en 1947 -en la que participó Gropius-, salió a relucir elproblema de la estética: especialmente la pregunta ¿es posible la cooperación mutua entrearquitectos, pintores y escultores?. Todo el mundo sabía que esta cooperación no era fácil dealcanzar porque los artistas y los arquitectos hacía tiempo que habían sido separados por lascircunstancias. En el edificio comunitario de Harvard a veces se puede apreciar que ambasprofesiones no habían trabajado juntas desde el principio. Con el fin de reforzar el contenidoemocional y simbólico de los edificios comunitarios, la integración del arte y la arquitecturaha vuelto a ser una demanda urgente. El edificio comunitario de Harvard es un audaz pasohacia esa meta.
El centro de estudiantes de posgrado de Harvard, obra de TAC, y la residencia del Mit, de Aalto, son muy diferentes: tan diferentes como son Ingres y Delacroix en sus medios de expresión. Preferir uno u otro depende del enfoque personal y de los gustos particulares de cada individuo; pero hay algo que sí se puede considerar cierto: el futuro no olvidará que dos distinguidas instituciones de la misma ciudad dieron a la arquitectura contemporánea una oportunidad de dejar su impronta entre las generaciones en formación...
... Pág.818. Las esferas individual y colectiva
El doble concepto de libertad individual y orden comunitario es algo inherente a toda democracia. El derecho del individuo y el derecho de la comunidad se condicionan recíprocamente.
El equilibrio entre ambos no se ha encontrado aún. Pero hay una actitud definida que ha sido adoptada por Jacob B. Bakema, arquitecto y urbanista de Rotterdam: «Debemos construir individualmente para el cliente anónimo.>> Con el grupo holandés de los CIAM, Opbouw, Bakema realizó una serie de proyectos para la zona del Alexanderpolder, cerca de Rotterdam, a comienzos de los años 1950. Este conjunto para 30.000 habitantes se proyectó para dar a cada habitante la sensación de llevar una existencia individual.
De la manera más sencilla, pero de lo más convincente, Jørn Utzon expresó las relaciones de las esferas individual y colectiva en su conjunto de viviendas de Fredensborg, Dinamarca, de 1962 (véanse las figuras 442-444).
La definición de las esferas de lo individual y lo colectivo es particularmente importante en los llamados países en vías de desarrollo, cuyos niveles de vida están muy por debajo de los del mundo occidental. Incluso en los nuevos planes, con frecuencia se aloja a la gente en casas en hilera interminables e idénticas. El plan de 1949 para Chimbote (una ciudad minera peruana junto al océano Pacífico), obra de José Luis Sert y Paul Lester Wiener, suponía una ruptura radical con esa costumbre; incluía varios tipos de casas muy sencillas con patios individuales, organizados de tal manera que en todas partes se enmarcan pequeños espacios a modo de plazas. La vida íntima y privada y la vida comunitaria forman una unidad entrelazada.
Las residencias universitarias son otro ámbito en el que observamos el entrelazamiento de las esferas individual y colectiva. Estos conjuntos han sufrido grandes cambios en su tipología: desde las primeras agrupaciones monásticas de celdas idénticas dentro de un único edificio, hasta complejos componentes del espacio urbano. La residencia de Alvar Aalto para estudiantes universitarios en el Massachusetts Institute of Technology (1947-1949), con su fachada ondulada de ladrillo y sus variadas disposiciones de piezas de dormitorio y estudio, todavía estaba contenida dentro de una construcción unitaria (véase la figura 397). El Harkness Graduate Center, de 1949-1950, obra de Walter Gropius (The Architects' Collaborative), ya se había extendido en una serie de alas conectadas por pasajes y que se abrían directamente al exterior