COLQUHOUN Alan., en La arquitectura moderna. Una historia desapasionada. Gustavo Gili.Barcelona. 2005.
Págs. 193- 207.“Neoclasicismo orgánicismo y el estado del bienestar: La arquitectura en Escandinavia, 1910-1965”
El movimiento moderno en Finlandia Racionalismo y neoclasicismo En 1904, los arquitectos y críticos Sigurd Frosterus y Gustav Strengell publicaron un folleto titulado «Arquitectura: un desafio a nuestros oponentes», en el que se criticaba el resultado del concurso para la estación de ferrocarril de Helsinki (1906-1916), ganado por Eliel Saarinen con un proyecto Jugendstil tardío. El folleto atacaba el romanticismo nacionalista -que había estado estrechamente asociado a la liberación nacional de Finlandia- y proponía en su lugar una arquitectura que era racionalista e internacionalista. En respuesta a esas críticas, las versiones finales del proyecto de Saarinen para la estación y del de Lars Sonck para la Bolsa de Comercio (1911) fueron modificadas. Sin embargo, esta vuelta a un racionalismo estructuralmente expresivo basado en las enseñanzas de Viollet-le-Duc resultó efímera, pues pronto fue superada por el movimiento neoclásico de inspiración sueca. Al igual que el racionalismo, este movimiento era contrario al individualismo del romanticismo nacionalista, pero las normas que proponía eran formales y clásicas más que estructurales.