Fue un historiador del arte, célebre por sus estudios acerca de la supervivencia del paganismo en el Renacimiento Nació en Hamburgo (Alemania), el 13 de junio de 1866, en el seno de una familia de banqueros (judío alemanes) de esa ciudad. Por ser el hijo primogénito de Max Warburg, le correspondía a Aby hacerse cargo de la fortuna familiar, pero éste declinó en su hermano Max la responsabilidad que ello implicaba, asegurándose antes la disponibilidad económica necesaria para sus estudios e investigaciones. Estudió filosofía, historia y religión en universidades alemanas, francesas e italianas. Aunque trató, en general, el problema de la transmisión de la iconografía antigua a la cultura europea moderna, "la vuelta a la vida de lo antiguo", como él mismo decía, se dedicó principalmente al estudio del Renacimiento italiano, y a la comprobación de la tesis de que un paganismo de carácter dionisíaco había renacido en este período de la historia del arte. Asimismo, se interesó por las relaciones entre el pensamiento mágico y el pensamiento racional. En 1896 viajó a Estados Unidos, en donde permaneció durante seis meses entre los indios Pueblo y Navajo. En 1909 comenzó a organizar la Biblioteca Warburg (futuro Instituto Warburg), con la intención de que funcionara tanto como repositorio de su colección privada como para la educación pública, pero la Primera Guerra Mundial y su internado psiquiátrico en la clínica neurológica Ludwig Binswanger (Kreuzlingen, Suiza) entre 1918 y 1923, retrasaron su apertura hasta 1926. Sus obras completas se recogen en varios tomos, pero su más ambicioso proyecto, denominado Atlas Mnemosyne, lo constituye una colección de imágenes con nada o, en su defecto, muy poco texto, mediante la cual pretendía narrar la historia de la memoria de la civilización europea. Su pensamiento estuvo ampliamente influenciado por Friedrich Nietzsche, y a su vez, Warburg influenció la obra de Erwin Panofsky, Ernst Gombrich, Frances Yates, Edgar Wind, Walter Benjamin y Ernst Robert Curtius, entre muchos otros. Tras su muerte, acaecida en Hamburgo el 26 de octubre de 1929, a causa de un infarto, y ante el ascenso al poder del nazismo, Fritz Saxl (joven historiador de arte que había llevado a efecto la organización del Instituto desde 1913), logró, con el apoyo del gobierno británico, trasladar los 60.000 volúmenes que en aquel entonces conformaban la biblioteca de Warburg hasta su actual sede en la Woburn Square de Londres. A partir de mediados de los años ochenta, su pensamiento se va revalorizando. En 1993, el gobierno de la ciudad de Hamburgo fundó en su honor un segundo Instituto Warburg.