CURTIS W., La arquitectura moderna desde 1900.Phaidon. Hong Kong, 2006.
Págs. 491-511.“Proceso de asimilación. Ame. Latina, Australia, Japón”
El arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva sentía una gran curiosidad por las posibilidades espaciales de los voladizos y la construcción de cáscaras de hormigón armado, y desarrolló todo un repertorio formal que también estaba a tono con un clima ecuatorial, húmedo y caluroso. Pero Villanueva entendía el clima en términos casi míticos y dirigía su inventiva formal hacia una visión social progresista para su país. En las décadas de 1940 -1950, Venezuela se estaba desarrollando con rapidez sobre la base de la economía del petróleo, y Villanueva comprendió enseguida la necesidad de una arquitectura que fuese dinámicamente moderna pero sensible a las condiciones tropicales. Aunque no había antiguas tradiciones que seguir, estudió edificios coloniales, relativamente recientes, en busca de sus enseñanzas a la hora de enfrentarse con el tiempo local; captó la relevancia de los límites perforados, los aleros protectores y una transición fluida de los espacios. Villanueva estudió en la École des Beaux-Arts de París en la década de 1930, hizo amistad con artistas como Fernand Léger y Alexander Calder, y, tras su regreso a Caracas, intentó dar forma a las nacientes energías sociales de Venezuela en una 'síntesis de las artes': una fusión de la arquitectura, la pintura, la escultura y el urbanismo modernos.