Págs. 221-226.“Construcciones avanzadas en Paris: 1918-1928”
Sin embargo, aunque la escuela de Perret en el Palais de Bois era un atelier formalmente constituido dentro de la École des Beaux-Arts, a tal punto llegaba la discriminación oficial contra sus alumnos que, si éstos confiaban en llegar a Diplomés, se veían obligados a terminar sus cursos con algún otro maestro. Esta situación es típica de la actitud oficial, que se extendía incluso hasta el diseño no demasiado avanzado; pero la escasez de obras oficiales o municipales encargadas a arquitectos jóvenes reconoce otra razón, además de la ya citada. A diferencia de la situación reinante en Alemania, donde los arquitectos modernos podían, al menos después de 1925, contar prácticamente con empleo en cuerpos oficiales progresistas para realizar trabajos tales como la erección de grandes barrios de viviendas, proyectos de esta índole y a esta escala fueron poco comunes en Francia durante esa década. Fuera de la «ciudad nueva» de Villeurbane y de un barrio construido por iniciativa privada en Pessac, sobre la base de un proyecto de Le Corbusier, muy poco es lo que puede compararse con la actividad alemana. Michel Roux-Spitz es quien más se aproxima al ideal del joven modernista a quien se encomienda algún trabajo oficial, y ello no sucede hasta fines de la década; por otra parte, el bloque de apartamentos construido por Henri Sauvage en la Rue des Amiraux es desusado, no sólo por tratarse de una gran casa moderna de apartamentos, sino también por derivar a todas luces de la Case a gradinate, de Sant'Elia.