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La luz como matriz del arte. El fotógrafo y pintor húngaro Laszlo Moholy Nagy, nacionalizado estadounidense, construyó sus obras a partir de elementos visuales como el color, la textura, la luz, el equilibrio de las formas, dentro de las cuales la luz toma un papel trascendental.


Nagy logró plasmar la influencia de la Bauhaus en la fotografía, publicando uno de los volúmenes de la Bauhaus en donde este se convirtió en uno de sus principales pilares. Aquí establece la relación entre la pintura y la fotografía, clasificándolas de forma diferente. La pintura era un medio para dar forma al color y la fotografía servía de instrumento para la exposición de la luz.


Desea crear una “Nueva Visión” en donde busca hacer un hombre nuevo, racional, afectivo y sensorial.  Para Nagy el arte tenía como función activar y armonizar los sentidos y el intelecto, y que la pintura ya no debería reflejar la realidad ya que ese papel ahora debería ser destinado a la fotografía.  Con esto, le dejaría a la pintura la finalidad de buscar algo nuevo y concentrarse en la pureza.


Con la fotografía estableció el papel de la luz como un principio ordenador de un arte nuevo y buscó ampliar las posibilidades de percepción del ser humano, pero siempre intentando mostrar las cosas de la forma lo más realmente posible.


Es interesante su nueva percepción del fotógrafo y pintor, estableciendo para estas dos profesiones la diferencia entre ambas. Antes se buscaba en la pintura crear la plasmación real del ser humano, la naturaleza o a la arquitectura, pero con este nuevo punto de vista podemos entender que eso puede ser logrado con la fotografía, dejando mil y una opciones para crear cosas diferentes con la pintura.


Alma Nelly TREVIÑO

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