FUSCO Renato de ., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.
Págs.205-261.“La vanguardia figurativa”
Entre el suprematismo y el constructivismo hubo momentos de convergencia la afinidad entre las primeras experiencias de sus mayores protagonistas, Malevic y Tatlin, la aproximación común a la conformación abstracta y momentos antitéticos: a las sensaciones plásticas puras de que habla Malevic contrapone el constructivismo un elevado interés por la técnica, por la producción y el compromiso político. En el propio ámbito del constructivismo, a su vez, pueden distinguirse dos corrientes, la iniciada por Tatlin en los años que precedieron a la Revolución, cuyos intereses eran los que acaban de referirse, y la impulsada por Gabo y Pevsner, que defiende un constructivismo «estético», es decir, independiente de implicaciones sociopolíticas. El enfrentamiento se radicaliza con el programa del grupo productivista, formado en 1920 por Rodcenko y Stepsnova, al que se adhiere el propio Tatlin. En éste, además de la exaltación del compromiso político y tecnológico, llega a preferirse la tectónica a la arquitectura, el ingeniero al arquitecto, la técnica al arte.