Págs. 678-738.“El urbanismo en el siglo XIX”
Ningún interés en las viviendas para el pueblo llano; la propuesta de Vauban
Los alojamientos para el pueblo llano no entraban en estos esquemas; no se pensaba que planteasen ningún problema. El pueblo formaba el cimiento invisible y el soporte del estado; todas las construcciones nuevas estaban destinadas, sin duda alguna, a la clase dirigente. Algunas personas de gran experiencia y amplias miras —como Vauban, el gran ingeniero militar de Luis XIV— veían los peligros de un sistema que ponía tales cargas sobre el pueblo. Pero su Projet d'une dixme royale (proyecto de un diezmo real, 1707) le costó el favor del monarca por su afirmación de que «lo que erróneamente se llama la escoria del pueblo» merecía la atención en serio del «rey celestial». «Esta masa es [...] muy importante» —continuaba Vauban— «en vista de su cantidad y de los servicios que presta al estado,» Inevitablemente, el Sistema dictó el rechazo de la principal propuesta de Vauban: que la nobleza y clero deberían pagar un impuesto (en la medida de un décimo de sus ingresos) al igual que el pueblo,
Y así resultaba que una gran ciudad, en lo relativo a la masa del pueblo, era simplemente un montón de casas, descuidadas en todos los aspectos. Por otro lado, la justicia histórica nos obliga a afirmar que las grandes ciudades del siglo XVIII no desempeñaban en absoluto el papel que tuvieron en el siglo XIX. La ciudad del siglo XVIII era ajena al interés y la atención de las principales fuerzas de la época. Tras la partida de Luis XIV para Versalles, el urbanismo quedó completamente abandonado, salvo en lo referente a la construcción de places y grandes vías de comunicación...
... El contacto con la naturaleza de las residencias barrocas
Durante el siglo transcurrido entre Versalles (1668-1684) y en Lansdowne Crescent de Bath (1794), las residencias tendieron a colocarse en contacto directo con la naturaleza. Este contacto directo correspondía primero al monarca, luego a la nobleza, y después a los ciudadanos acaudalados anónimos, El creciente acento puesto en el siglo XVIII en la conexión del alojamiento con Ia naturaleza puede atribuirse en buena parte a la tendencia de la época en favor del culto al 'hombre natural' formulado por Jean-Jacques Rousseau.
Si las casas se colocan frente a la vegetación, hace falta espacio, Este espacio era imposible de conseguir en las viejas ciudades amuralladas, pero en el siglo XVIII Vauban trasladó las defensas de París mucho más lejos, con el fin de proteger la ciudad de los nuevos adelantos en el armamento. Fue esto lo que permitió que surgiesen en París las places del siglo XVIII.