Pág. 813-941. "La segunda posguerra en Europa"
6.-España.
Una reflexión profunda sobre la arquitectura que se propone y realiza en los años cuarenta nos ha de llevar a definir cuáles fueron los elementos de ruptura y cuáles los de continuidad respecto al período anterior, entendiendo este período anterior de una manera global, es decir, no sólo como el período republicano, sino como las tres primeras décadas del siglo.
El primer hecho duro e inapelable de ruptura es el de la desaparición de gran parte de la vanguardia arquitectónica del período anterior. De los arquitectos racionalistas, algunos morirán en la contienda (Torres Clavé y Aizpurua) y otros deberán exiliarse (Candela, Fernández Valbuena, Bergamin, Rodríguez Arias, Lacasa, Sánchez Arcas, Sert, Fabregas, Bonet y otros), retornando lentamente unos, convirtiéndose en grandes arquitectos de otros países algunos otros. Con la vanguardia, desaparecieron sus proyectos, sus símbolos y sus ideas. Y para algunos de los que permanecieron sólo quedará la salida del trabajo en silencio.
Inevitablemente, el panorama cultural se empobrecerá, cayendo en una situación en la que la crítica y el conocimiento de lo que sucede en los demás países tendrán poco papel. Este contexto cerrado y vacío lentamente empezará a reformularse a finales de los cuarenta, siguiendo un lento proceso de debate y puesta al día que no se podrá considerar alcanzado hasta bien entrada la de cada de los sesenta.
Pero ¿fue tan fuerte y profunda esta ruptura?. Un análisis sin esquemas preconcebidos, sin moralismos, sin confundir los fines que desde el gobierno se pretendían alcanzar, con los medios disciplinares que entraron en juego, nos ha de mostrar la existencia de importantes nexos de continuidad.