CURTIS William. J. “Los arquitectos modernos en los Estados Unidos” en La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 3ª edición en español. 1ª edición 1986 (edición original 1982).
Págs. 395 – 415 “La arquitectura moderna en los Estados Unidos; inmigración y consolidación”.
.... Algunos de los dramas de la transmigración ya se habían escenificado en la década de los 30, cuando los arquitectos tan diversos como Aalto, Niemeyer, Sakakura, Barragán y Sertestaban ocupados en encontrar formas en sintonía con los climas locales y sus modos de vida. La obra de las figuras trascendentales de los años 30 también reflejaba una nueva sensibilidad con respecto a la naturaleza y el lugar como Wright y Le Corbusier.
Otra de las características del amplio panorama posterior a la guerra fue “la victoria” internacional de la arquitectura moderna. De Rio de Janeiro a Sydney, de Tokio a Beirut. Difusión de imágenes estereotipadas exportadas por USA, y de la necesidad de las elites autóctonas de romper con las anteriores tradiciones coloniales del XIX, o bien con las tendencias nacionales o regionales existentes, que encontraban demasiado restrictivas.
En USA, la mayor parte de Europa Occidental, Japón, México y Brasil había inicios anteriores a la guerra. En otros lugares como India y Australia, la arquitectura moderna tuvo que partir prácticamente de cero.....
Juzgar y evaluar cómo este cuerpo extraño fue acogido o rechazado, o bien se acomodó al tejido cultural preexistente. En los años 30 arquitectos como Aalto, Niemeyer, Sakakura, Barragán, Sert estaban ocupados en encontrar formas en sintonía con los climas locales y sus modos de vida.
---
FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Pág.252-265.“El Estilo Internacional: tema y variaciones, 1925-1965”
En 1926, empezó a formarse un movimiento japonés relativamente independiente alrededor del Grupo de Secesión Japonés, que incluyó entre sus primeros miembros a Mamoru Yamada, que diseñó la central telefónica de Tokio en 1926 y Tetsuro Yoshida, que proyectó la oficina general de correos de Tokio en 1931. Al propio tiempo, los pertenecientes a una generación todavía más joven, como Kunio Mayekawa y Junzo Yoshimura, empezaron a trabajar para Raymond o bien a estudiar en el extranjero. Numerosos japoneses acabaron incluso estudiando en la Bauhaus a finales de la década de 1920, en tanto que otros tales como Mayekawa y Junzo Sakakura, trabajaron para Le Corbusier
.---
KOSTOF, Spiro., Historia de la arquitectura. Alianza Editorial. Madrid 1988. Tomo 3
págs.1263-1315.“En paz con el pasado. Las últimas décadas”
El Estilo Internacional
Pero si los acontecimientos daban a los arquitectos modernos su gran oportunidad a mediados de siglo, también ellos estaban entonces plenamente preparados para asumirla. Durante los años difíciles de su revolución, cuando las oportunidades de construir eran escasas y modestas, habían estado rumiando esquemas prototípicos y grandiosos proyectos ideales, habían formado a arquitectos jóvenes, y habían luchado contra una situación establecida recelosa con un fervor propio de una cruzada. Le Corbusier lanzó planes exorbitantes para Barcelona, Argel y, en repetidas ocasiones para su propia ciudad de Paris; dio conferencias en Brasil y se involucró en el diseño de un nuevo Ministerio de Educación (en donde sus parasoles tendrían una primera aplicación a gran escala):y escribió y dibujó incansablemente. Su taller en Paris era ahora un afamado lugar de parada obligada. Los aprendices llevaban un mensaje a rincones distantes. Dos de ellos, Kunio Mayekawa (nacido en 1905) y Junzo Sakakura (1904-1974), llevaron su estilo a Japón, país que brillaría inesperadamente después de la guerra como una brillante avanzada de la arquitectura moderna con la obra de una joven generación que incluye al prolífico Kenzo Tange (nacido en 1913).
---
Pero el poderoso estilo tardío de Le Corbusier podía revelarse útil como punto de partida para algunos talentos sensibles que retomasen no sólo los efectos externos, sino también los planteamientos intelectuales para la transformación de los antecedentes. Los ejemplos japoneses citados en el capítulo anterior indican algunas vías las cuales arquitectos como Mayekawa y Tange fueron capaces de combinar las sugerencias de Le Corbusier con una reinterpretación de las tradiciones asiáticas en madera, al crear una iconografía cívica para nuevas instituciones democráticas como los ayuntamientos.
---
BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Págs. 733-770."La difusión mundial”
Págs.755-770. Japón
El terremoto de 1923, que arrasa casi por completo a Tokio y Yokohama, hace necesario un vasto programa de reconstrucción y obliga a los proyectistas a considerar rigurosamente las ventajas y desventajas de los diversos sistemas constructivos. Estos apremiantes compromisos técnicos favorecen la difusión de las tesis racionalistas. Se forma el grupo Shinko Kenchikuka Remmei (Asociación de los arquitectos jóvenes) y poco después otro, bastante más importante, Nihon Kosaku Bunka Remmei (Asociación japonesa para el diseño industrial) en el que participan H. Kishida, S. Horiguchi, K. Ichiura, K. Maekawa, Y. Taniguchi, S. Koike; su programa se inspira en el Deutscher Werkbund y se propone reunir todas las energías artísticas, poniéndolas en contacto con el mundo de la industria; el grupo publica incluso una revista, Kendai Ken- chiku (arquitectura de hoy).
Al mismo tiempo se traban contactos directos con maestros del movimiento moderno en Europa. El profesor K. Imai, durante un viaje de estudios, entra en contacto con Gropius, LeCorbusier, Mies van der Rohe y B. Taut. Kunio Maekawa, entre 1928 y 1930, y Junzo Sakakura (1904-1968), entre 1931 y 1936, trabajas en el estudio de Le Corbusier. A partir de 1933. B. Taut reside en Japón y contribuye decisivamente al estudio de la tradición local. distinguiendo en ella los aspectos caducos de los aspectos permanentes, susceptibles aún de desarrollo.
---
Págs. 17-38.“Introducción. La arquitectura de los años 1960. Esperanzas y temores”
La arquitectura universal y el desarrollo regional
... La entrada de Japón en la corriente principal de la arquitectura contemporánea dejó oír por primera vez la voz del Lejano Oriente. Con anterioridad, las tradiciones de China y Japón habían proporcionado incentivos a Occidente durante el siglo XVIII (el Rococó) y, más profundamente, durante el siglo XIX, cuando los grabados japoneses contribuyeron a liberar la imaginación de los impresionistas.
Pero en la década de 1960 la situación es completamente distinta. La aportación japonesa ya no se limita a actuar dentro de una tradición ancestral. Cuando en 1953 escribí un prólogo para la traducción japonesa de Espacio, tiempo y arquitectura, entendí que en cierto modo era mi deber señalar que en Occidente ya no comulgamos con el credo de la producción por la producción, y que la civilización que ahora está en gestación puede llevar a una fecundación cruzada de Oriente y Occidente. Occidente vuelve a tener conciencia de algo que la civilización japonesa nunca ha olvidado: la continuidad de la experiencia humana. El rejuvenecimiento de la arquitectura japonesa se nutre de elementos que han perdurado a lo largo de su propia tradición. El impulso creativo para este rejuvenecimiento provino de ciertos jóvenes arquitectos japoneses que encontraron su inspiración trabajando en el estudio de Le Corbusier, en el número 35 de la Rue de Sèvres.
La aparición de la arquitectura contemporánea en Japón llegó más tarde de lo que era de esperar. Podría parecer que el Hotel Imperial de Tokio (1917-1922), de Frank Lloyd Wright, habría sido el desencadenante del nuevo movimiento. Pero no fue así. El Hotel Imperial no se concibió con un espíritu japonés contemporáneo; se aproximaba más a la influencia china en Japón. Aunque este hotel sobrevivió maravillosamente al terremoto de 1923, no pudo aportar el necesario impulso para dar un paso adelante debido a su profusa ornamentación.
Los medios que unieron los espíritus oriental y occidental fueron distintos. La clave estuvo en manos de los jóvenes arquitectos japoneses (Kunio Maekawa, Junzo Sakakura y otros) llegados al estudio de Le Corbusier. Allí descubrieron lo que necesitaban. Le Corbusier estaba más vinculado que otros a ese 'presente eterno' que habita en los artefactos creativos de todos los periodos.
Salvo un breve paréntesis, los japoneses a diferencia del hombre occidental- nunca se han apartado de los tiempos pasados; no han tenido el aliciente de imitar los 'estilos' anteriores, puesto que el pasado está constantemente vivo. Pese a todos sus refinamientos, la sencillez de sus hogares sigue siendo primigenia. El uso contemporáneo que hacen de las vigas y los pilares de hormigón parece al mismo tiempo ancestral y reciente.
Ahora hay una serie de jóvenes arquitectos japoneses de los cuales el más conocido es Kenzo Tange, que en su día trabajó en el estudio de Maekawa. Su secreto está en el estrecho contacto con el pasado aún vivo y en el deseo de lanzarse al futuro.