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GIEDION S., Espacio, tiempo y arquitectura. Edit. Edit. Reverté. Barcelona, 2009.


Págs. 17-38.“Introducción. La arquitectura de los años 1960. Esperanzas y temores” 


El estado actual de la arquitectura


La revitalización del muro.


Para llegar a ser un elemento constitutivo de un volumen, el muro tuvo que despojarse primero de todas las erupciones decorativas del siglo XIX y tuvo que producirse un redescubrimiento de los valores estéticos de la superficie plana pura, cuyo poder expresivo se había perdido desde los tiempos egipcios.


En cuanto a la concepción espacial, este redescubrimiento desmembró la casa maciza tradicional. Fue a principios de los años 1920 cuando Theo van Doesburg, Cornelis van Eesteren, Gerrit Rietveld y Ludwig Mies van der Rohe hicieron realidad esta transformación. La casa quedó diseccionada en planos rectangulares lisos.


Este redescubrimiento de la superficie pura resultó fundamental; fue la base sobre la que pudo desarrollarse una segunda fase. Esta segunda fase también incorporó el plano como un elemento inherente; era diametralmente opuesta al uso del muro como telón de fondo para la aplicación de relieves: una actitud que tiene su prototipo en los relieves casi exentos del Helenismo tardío (el altar de Pérgamo). Lo que nos interesa de esta segunda fase es la integración plástica de la superficie y el modelado. Éste es el sello distintivo tanto de los relieves como del tratamiento arquitectónico-escultórico del muro: se confiere nueva vida a la naturaleza de los relieves primigenios, tallados en la propia roca, y de los relieves rehundidos de Egipto, tallados en piedra.


El interés contemporáneo por la escultura y por las posibilidades plásticas de la arquitectura tiene como resultado un interés creciente en los relieves murales por parte de los escultores y en la revitalización del muro por parte de los arquitectos. Entre los artistas pioneros en este campo, incluso antes de 1920, estaban Jacques Lipchitz, Raymond Duchamp-Villon y Marcel Duchamp. A principios de los años 1950, esta tendencia recibió un gran impulso gracias a las hermosas balaustradas con relieves de Mirko Basaldella en el monumento a los prisioneros de guerra asesinados en las Fosse Ardeatine, Roma; a los relieves de Henry Moore que surgían de un muro de ladrillo en Rotterdam; y al conjunto de la obra de Étienne Hajdu.

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