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PASCAL, Blaise

PASCAL, Blaise

  • Matemático, físico, filósofo
  •  
  • 1623 - Clermont-Ferrand. Francia
  • 1662 - Paris. Francia

GIEDION S., Espacio, tiempo y arquitectura. Edit. Edit. Reverté. Barcelona, 2009.


Págs. 65-183. “Nuestra herencia arquitectónica”


 El Barroco tardío. El muro ondulado y la planta flexible.


 La visión universal del periodo barroco


La manera en que las modas renacentistas se convirtieron en barrocas, el modo en que las nuevas formas se volvieron más y más evidentes hasta que quedaron completamente transformadas por los arquitectos de finales del siglo XVII: todo ello resulta muy familiar.


En manos de los constructores barrocos, las formas del Renacimiento no fueron más que los elementos básicos de la composición arquitectónica. Exactamente del mismo modo que Johann Sebastian Bach transponía una sencilla melodía a una gran armonía nueva, elaborada y sutil, estos arquitectos transmutaron las formas desarrolladas en el Renacimiento. Los interiores que crearon están marcados por la unión inseparable de dos clases de intereses que habitualmente se dan por separado: son al mismo tiempo fruto de especulaciones puramente matemáticas de un alto nivel de complejidad, y creaciones imaginativas completamente visionarias o místicas. Esta misma unión de dos espíritus tan distintos aparece en la obra de un maestro barroco de otro ámbito: Blaise Pascal (1623 1662). Este ya había escrito una obra clásica sobre las secciones cónicas a los 16 años; después siguió estudiando la curva cicloide, para luego desarrollar la teoría de las probabilidades y hacer un trabajo pionero en la física. El misticismo religioso de Pascal tenía sus raíces en esas especulaciones. Su frase «El eterno silencio de estos espacios infinitos me aterroriza» procede de su obra sobre las implicaciones matemáticas de la infinitud, y conduce a su sentimiento de la insignificancia del hombre sin Dios.


Las últimas fases de la evolución barroca son la verdadera herencia de la época de la que nosotros procedemos. Tendremos que considerar primero las creaciones italianas de la era barroca, y seguir luego para ver lo que el norte de Europa añadió a estos resultados.

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