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Albert EINSTEIN

EINSTEIN, Albert

  • Físico
  •  
  • 1879 - Ulm. Alemania
  • 1955 - Princeton. Estados Unidos

 TRACHTENBERG Marvin , HYMAN Isabelle.Arquitectura. De la Prehistoria a la Modernidad.Edit. Akal. Madrid, 1990.


pág. 602....La doctrina modernista de principios del siglo XX tuvo un gran éxito propagandístico promoviendo el desarrollo y la difusión del movimiento, al proclamar que la arquitectura trecnologica y mecanomórfica era la salvación moral y social de la humanidad y que podía hacer mejores a los hombres a través de un entorno arquitectónico más puro, "racional" y "funcional". Pero mirando atrás históricamente, es crucial darse cuenta de que hay muchas arquitecturas modernas, no simplemente una.  No es sólo la arquitectura al estilo de la máquina, sino un fenómeno mucbo más complicado. La arquitectura moderna tiene muchos aspectos y cambia continuamente porque la vida moderna tiene muchos aspectos y cambia sin cesar. El principio del siglo XX, a pesar de su mecanología, fue un período de gran vitalidad, evocable en nombres como Freud y Einstein, Bergson y Wittgenstein, Joyce y Kafka, Picasso y Duchamp. Fue una época agitada por el fenómeno revolucionario en todas las esferas: el cubismo, la teoría de la relatividad, el complejo de Edipo, la Revolución Rusa, la "Gran Guerra"; una larga lista que incluye la arquitectura anihistoricista, cuya iconoclastia radical es imprescindible en tiempos menos revolucionarios. La nueva arquitectura formaba parte de una escena revolucionaria mayor; y como ella, estaba lejos de cristalizar en una configuración clara y uniforme, pero era fluida y fragmentada. Así, junto al mecanomorfismo dominante, aparecieron fuertes tendencias biomórficas e incluso geomórficas - la imitación a la naturaleza en toda su variedad, impredecibilidad y fantasía de formas. Los modelos arquitectónicos para una arquitectura moderna parecían ilimitados e incluían el mundo del arte - arquitectura como escultura y arquitectura como pintura- e incluso las arquitecturas primitivas y exóticas. Sólo estaba prohibido el resurgir explícito del pasado europeo.


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MONTANER Josep Maria., La modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX .


Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 2002.


págs.25-58 “Espacio y antiespacio. Lugar y no lugar en la arquitectura moderna”  


Ahora bien, justo en el momento en que Schmarzow define la arquitectura como “el arte del espacio” y Riegl sitúa como esencia de la arquitectura el concepto de espacio (un concepto que hasta entonces no había sido utilizado de manera explícita), este mismo espacio recién descubierto es superado. Riegl presenta como paradigma el interior delimitado y perfecto del Panteón de Roma. Sin embargo, la concepción que desarrollaban las vanguardias se basa en un espacio libre, fluido, ligero, continuo, abierto, infinito, secularizado, transparente, abstracto, indiferenciado, newtoniano, en total contraposición al espacio tradicional que es diferenciado volumétricamente, de forma identificable,< discontinuo, delimitado, especifico, cartesiano y estático. A esta nueva modalidad de espacio unos la denominaron “espacio-antiespacio”, en relación a la teoría de la relatividad de Albert Einsteiny la introducción de la variable del movimiento, y otros la calificaron como “antiespacio” por generarse como contraposición y disolución del tradicional espacio cerrado. Delimitado por muros.


Si el espacio tradicional encuentra su máxima expresión en el mundo unitario del Renacimiento, en el que no hay separación analítica entre los elementos del espacio y la forma y en el que la perspectiva cónica expresa la imagen del hombre como centro, la revolución Copérnico de la ciencia en el siglo XVII esta en origen del antiespacio. Es cuando el espacio empieza a emanciparse. Cuando este se convierte en independiente y relativo a objetos en movimiento dentro de un sistema cósmico infinito. 


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GIEDION, S.,  Espacio, tiempo y arquitectura. Edit. Reverté. Barcelona, 2009.


Págs. 247-675.“El espacio-tiempo en el arte, la arquitectura y la construcción” 


pág. 432. LA INVESTIGACIÓN DEL ESPACIO: EL CUBISMO


El espacio-tiempo. Los cubistas no buscaban reproducir la apariencia de los objetos desde un solo punto de vista; los rodeaban e intentaban captar su constitución interna; buscaban ampliar la escala de la sensibilidad, igual que la ciencia coetánea ampliaba sus descripciones para abarcar nuevos ámbitos de fenómenos materiales.


El Cubismo rompe con la perspectiva renacentista; visualiza los objetos de manera relativa: esto es, desde varios puntos de vista, ninguno de los cuales tiene autoridad exclusiva. Y diseccionando así los objetos, el Cubismo los ve simultáneamente desde todos los lados: desde arriba y desde abajo, desde dentro y desde fuera. El Cubismo rodea sus objetos y entra en ellos. Y así, a las tres dimensiones del Renacimiento que se han mantenido como hechos constitutivos a lo largo de tantos siglos, se le añade una cuarta: el tiempo. El poeta Guillaume Apollinaire fue el primero en reconocer y expresar este cambio, hacia 1911. Ese mismo año se celebró la primera exposición cubista en el Salón de los Independientes de París. Considerando la historia de los principios con los que rompió, puede entenderse bien que esas pinturas se considerasen una amenaza para la paz pública y fueran objeto de observaciones en la Cámara de Diputados francesa. 


La presentación de objetos desde varios puntos de vista introduce un principio que está estrechamente ligado a la vida moderna: la simultaneidad. Es una coincidencia temporal que Albert Einstein comienza su famoso artículo “Zur Elektrodynamik bewegter Körper" (*sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento*), en 1905, con una cuidadosa definición de la simultaneidad.


 


 

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