El capítulo trata el origen y la evolución del movimiento futurista italiano, desde sus incendiarios escritos y manifiestos, hasta los utópicos proyectos para la nueva sociedad industrializada que tanta repercusión tendrían en la arquitectura y el urbanismo del futuro inmediato. El triste y trágico final de alguno de sus principales promotores, no acabó con el mensaje que mandaron al mundo personajes como Antonio Sant´Elia, Filippo Tommaso Marinetti o Mario Chiattone... entre otros, que proponían una arquitectura y urbanismo que terminase definitivamete con los precedentes, y se volcase hacia un futuro basado en los nuevos retos de la máquina.