El capítulo pone de manifiesto la personalidad arquitectónica de Auguste Perret, en su intento por conjuntar modernidad racional y clasicismo, en le período comprendido entre 1899-1925. El estudio de edificios que conllevan esta doble misión, hace especialmente atractivo el discurso de análisis de construcciones parisinas como: viviendas en la avenida Wagam, en la Rue Franklin, el Teatro de los Campos Eliseos, la iglesia de Notre-Dame de Raincy, el Palais de Bois y el teatro en la Exposición de Artes Decorativas de 1925. En donde el armazón estructural se convierte en la quintaesencia expresiva de la construcción.