La construcción del Crystal Palace para la Exposición de Londres de 1951, viene a reflejar el optimismo robusto y satisfecho de una Inglaterra industrial, comercial, próspera y eficiente en constante crecimiento. El triunfo del liberalismo económico llevado a cabo, afecta a todos los aspectos de la vida, de una forma definitoria y concluyente. Obligando en cierta medida a crear un replanteamiento crítico contracorriente, protagonizado por pensadores como William Morris, que busca la consagración de los oficios artesanales, el placer y buen hacer tradicional del oficios, en una época de poca calidad en el desarrollo de la producción mecánica. Si el círculo de Henry Cole se comienza a plantear una cierta transformación, esta se irá consolidando con una contracorriente de personas consagradas a las Arts & Crafts (W. Crane, J. Ashbee, E. Walker, W.de Morgan…) acompañadas por la creación de asociaciones en Inglaterra, dedicadas a estas labores.
Desde el punto de vista arquitectónico y constructivo, nos encontramos en una época del Eclecticismo Historicista que domina la construcción en Occidente, con edificios de gran presencia urbana. Esta circunstancias diferentes que envuelven el debate arquitectónico en Inglaterra, tendrá su reflejo con la potenciación del llamado estilo Domestic Revival, que tiene a la Red House de William Morris y Ph. Webb como modelo a seguir. En este contexto se desarrolla la arquitectura de Henri Hobson Richardson y Stanford White, mostrándonos unas obras dignas de mención, que no se reflejan en una Inglaterra que todavía no mira a Estados Unidos.