A comienzos de los años sesenta habían quedado en claro por lo menos dos asuntos que caracterizaban los trabajos constuidos bajo la dirección de Félix Candela: la originalidad, lo que provocaba su casi inmediata transformación en hito, y el bajo costo de la edificación. Een un nuevo desarrollo al norte de la ciudad de México, la feligresía de La Florida hizo una amplización para que se construyera la parroqua del vecindario. En esta ocasión el terreno elegido ofreció la posibilidad de desarrollar una panta circular, lo cual permitía una visión homogénea desde el exterior din favorecer ninguna orientación. Las cubierta que mejor se avino a la planta radial fue la bóveda de arista formada por ocho hypars. La diferencia respecto a otras soluciones similare fue la colocación en un segundo nivel de una linternilla que repitió el modelo de los ocho gajos, dando lugar a una bóveda de arista. La linternilla se asienta sobre un anillo de compersión, que recibe a los hypars de la neve y que contribuye a la coloración del espacio mediante las superficies polícromas de las vidrieras.

Una vez más, el debate bien resuelto y con la proporción precisa contribuye a la solución estéticaa del conjunto. Desde que se configuró la priera idea del edificio, ya estaba claro que el tema estético a resolver era el "vuelo" vistual de un manto de hormigón que, cuando bajaba para producir sombra, indicaba que en ese punto ingresaba luz al interior; de nuevo una de las paradojas arquitectónicas de Candela, que parte de la sensación de vuelo y ligereza lograda con una cubierta pétrea. 

Enrique X.DE ANDA ALANÍS