MONTANER J.M., “Sistemas racionales” en Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.
Págs. 26-63 Estas intersecciones no sólo se producen en planta, sino que las propuestas urbanas consisten en traspasar a las tres dimensiones del espacio y a la cuarta dimensión del tiempo las composiciones planas de las pinturas del grupo De Stilj. En el centro cívico y comercial Lijnbaan en Roterdam (1949-1953), y en el proyecto de plan Pampus para Amsterdam (1965), proponen sistemas de intersecciones, superposiciones y entrelazamientos de flujos de tráfico rodado y peatonal en el espacio con edificios de diferentes configuraciones formales —en pantalla, torre, edificios bajos, etc.—, articulados de manera que crean conjuntos polifuncionales con una lógica similar a la composición elementarista de muros utilizada en el neoplasticismo. Las formas de articulación e intersección tienen como misión potenciar las conexiones. De este modo, los distintos tráficos —rodado rápido y lento, peatonal, transporte público, carga y descarga, etc.— se entrecruzan en sistemas lineales neoplasticistas independientes y conectados, formando plataformas, calles peatonales, pasos elevados, escaleras mecánicas y elementos de transición. Son emblemáticas las imágenes urbanas que muestran la superposición de flujos y las vistas desde las terrazas residenciales de espacios abiertos y a la vez articulados del plan Pampus que tratan de este traspaso de la composición neoplástica a la tridimensionalidad y dinamicidad de la escala urbana. Siguiendo criterios de coordinación modular, en cada proyecto se preveía cuidadosamente que las escalas residenciales menores fueran agrupándose en espacios comunitarios que serían señalados tridimensionalmente por edificios singulares. Más tarde, Bakema y Van den Broek, tal como hicieran Candilis, Josie y Woods en su proyecto para el concurso de la Universitát Bochum (1962), ensayaron proyectos de articulaciones más complejas, como la propuesta del concurso para Mümmelmansberg, plan de extensión de Hamburgo (1969), un sistema abierto, crecedero y filamentoso.
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El equipo Candilis-Josic-Woods formaron un grupo de arquitectos que trabajaron juntos de 1955 a 1968, en una corriente racionalista ligada a la modernidad. Se les conoce como los miembros franceses del Equipo 10, un grupo de arquitectos creado en julio de 1953 en el 9º Congreso del C.I.A.M. (Congrès Internationaux d'Architecture Moderne, 1928), desafiando su enfoque doctrinario del urbanismo y precursor del Brutalismo, el Estructuralismo y el urbanismo asociado. Candilis-Josic-Wood aplicaron los fundamentos del pensamiento racionalista en su proyecto para proponer una nueva forma de pensar en la arquitectura, basada en las condiciones de vida y los hábitos de los residentes y mostrando cómo influían en el diseño. Se trata de un cambio fundamental en la perspectiva arquitectónica que se pone de manifiesto en proyectos como la Cité Verticale presentada en el noveno congreso del CIAM en Aix-en-Provence (1953) por Candilis y Woods, que se inspira en trabajos
antropológicos y filosóficos, en conexión con otras corrientes de pensamiento como el regionalismo o el humanismo, que no son sinónimos de forma y norma. El diseño de la Ciudad Vertical se basa en la vivienda tradicional de patio y se centra en la transición del ámbito privado al público en la tradición islámica. Al mismo tiempo, el proyecto combina tradición y modernidad (varios niveles, tecnologías contemporáneas e instalaciones comunitarias). Los tres serán más conocidos por la Universidad Libre de Berlín, con lo que cobra vida una idea fundacional de su práctica arquitectónica: construir para las masas es la tarea más importante de la arquitectura y el urbanismo. La arquitectura debía basarse en la racionalidad subyacente de la cultura y la producción en masa, lo que demuestra su consideración por el ser humano, en contraste con las construcciones realizadas en la época que agravaban los problemas sociales del momento. Shadrach Woods dijo: "Y si no hay más ciudades, volvemos al salvajismo", esta cita pone de manifiesto el deseo de hacer arquitectura para crear sociedad, por extensión el hombre es un animal social como explica Rousseau, por lo que Candilis-Josic-Woods se ancla en esta época en el urbanita para crear sociedad. En esta dinámica, Candilis-Josic-Woods participa en la creación del campus, el modelo de planificación americano por excelencia que encarna su pensamiento, especialmente la Universidad de Bochum en Alemania.
En primer lugar, la construcción de un campus ya era una forma de construir para el mayor número de personas, permitiendo la educación desde un punto de vista humanista y creando una sociedad. En el marco de la creación de un campus, surgen problemas, es necesario poder integrar e incluso
conectar diferentes funciones, desde las más privadas hasta las más públicas (desde las viviendas para estudiantes hasta la universidad...). Así, la continuidad urbana se reinventará aquí para crear una especie de capa continua, donde los edificios, grandes o pequeños, aislados, se repiten como hasta el infinito y en un entorno verde casi infinito. Llamaremos a esta estrategia urbana el "edificio alfombra", la alfombra de edificios que en cierto modo puede tejerse hasta el infinito. Candilis-JosicWoods, en un planteamiento racional, había trabajado (en el marco de la construcción de urbanizaciones) en espacios interiores controlados y adaptados a los usos, formando células diferenciadas que, ensambladas entre sí, permitían una composición urbana libre y adaptada al contexto (natural y/o urbano) en el que se encontraba. Del mismo modo, Candilis-Josic-Woods
propone articular los bloques entre sí, a imagen de una célula, para crear un conjunto indeterminado, que rompa la monotonía del paisaje urbano y permita así reposicionar estos modernos bloques de hormigón a escala humana. Este deseo de romper la monotonía es un testimonio de la consideración del hombre en su totalidad, su necesidad de urbanidad, que se encuentra en las ciudades antiguas, por ejemplo, y no sólo las necesidades básicas del hombre. Los edificios tratan entonces de entrar en ósmosis con la naturaleza, aislados de los centros urbanos, en esta inscripción tan significativa de la modernidad sobre un terreno natural virgen. Asistimos a una tabula rasa moderna, en la confluencia entre lo global y lo local. Todavía en esta idea del "edificio alfombra", como los hilos de la alfombra, se entremezclan las circulaciones de los hombres, en todo caso es la intención de los arquitectos proponer entonces un retorno a la idea de la "calle", espacios residuales donde nos encontramos y aprendemos unos de otros.
NIRLO ALYZÉE Tabara